lunes, agosto 21, 2006

Necesito vacaciones


Sí. Es Tom Hanks en la Terminal. Pero, terminal estoy yo a estas alturas del verano y mi melanina bajo mínimos. Ya no puedo engañarla más con esas tardecitas de piscina mal llevadas ni los findes salpicados de horas de sol. Las mismitas lágrimas se me saltan a mí de ver cómo llega todo el mundo de su terminal y yo me quedo aquí, como tú en la peli, plantao y sin rumbo.

Llega un momento en la vida de todo ser humano en que su cuerpo le pide vacaciones. El mío, por suerte o por desgracia, no es que me las pida, es que hoy me las suplica. Y yo le digo que no puedo hacer nada hasta septiembre cuando tengamos mi cuerpo y yo esa semanita de vacaciones que tanto vamos a disfrutar. Da igual lo que hagamos, porque él y yo nos conformamos con cualquier cosita. Nos da lo mismo estar tirados en la piscina del chalet que irnos a una playa totalamente "choni" o a una espectacular de arena blanca, e incluso alguna salida del país. Tampoco tememos a la nueva terminal, T4, el último escollo para la salida de vacaciones. Y una vez vencida. Prueba superada. Pero eso aún queda lejos le digo yo a mi cuerpo medio resignado y medio abatido.

Y es que, a ver, todo sería más llevadero si hoy no fuera lunes y tu jefe no hubiera vuelto de vacaciones. Y sobre todo cuando llegas antes de que salga el sol y el ascensor decide pararse en la primera planta y te quedas con cara de: "Sí, te ha tocado a ti quedarte encerrado en esta caja".Y luego cuando superas el primero de los baches llega tu coordinadora muy sonriente, vestida con colores chillones y te sorprende con un bronceado im-presionante. Y además añade que es made in Galicia. A lo que sorprendido, sarcástico y envidiosillo contestó, porque me lo pone en bandeja, que ni que hubiera estado al calor de los incendios.

Junto a Susana han desfilado por ésta, la planta de los chismes, toda una galería de sonrisas bien doraditas recién llegadas de sus exilios veraniegos, mientras otros hemos estado aquí al calor de los halógenos. En fin, que he decidido, y a mi blog pongo por testigo, que a partir de este momento me pongo a buscar desesperadamente el mejor viaje, por corto que sea, para volver totalmente renovado y, por supuesto, poner a la gente los dientes más largos que los piños de Ronaldo.

Qué sería de mi lunes si no hubiera recurrido a mis medidas de emergencia como desayunar ese cola cao tan cargadito y esa gran ración de churros, aunque hasta esa Rafi, que me los pone, esté también de vacaciones. Después de tan colosal desayuno ya veo todo de otra manera y ahora mismito me pongo a mirar vacaciones.

Para todos los que estéis en mi situación, ánimo, que las fuerzas no decaigan. Somos unos campeones. Siempre nos quedará la piscina estas tardes de agosto.