miércoles, febrero 28, 2007

Cuando uno no puede hablar...


... y sientes que se te enreda por el pecho y sube hasta la garganta. Te ahoga las cuerdas vocales. Afónicas quieren articular alguna palabra pero no pueden. No saben. Se han quedado mudas. Te levantas un día y la vida se te ha enganchado en la red de espinas más que el anterior y no consigues salir. No puedes. E intentas inventar esas palabras que puedan explicarlo, pero siguen sin articularse. Ese optimismo vital tampoco aparece por la espiral se te sigue enredando espinosa. A lo lejos sólo alguien ve un par de puntos brillantes, que son los ojos llorosos. Que desbordan las palabras más amargas. Entonces te mira, se acerca a ti a paso lento, corta las espinas, pero duelen...
http://www.youtube.com/watch?v=Les27Xcc6Ag

miércoles, febrero 21, 2007

Miércoles de ceniza


Hoy, como os habréis dado cuenta, es miércoles de ceniza. O lo que es lo mismo, se entierra la sardina, y las fiestas de carnaval se terminan. Así que yo en mi particular mundo al revés nunca enterré la sardina ni otro pescado. En mi caso, éste nunca fue día festivo. Cuando iba al colegio y el resto de los niños estaban de fiesta yo tenía que ir al mío a que me crucificaran la cabeza con ceniza. Como uno se acostumbra a todo, para mi y mis compañeros el miércoles áquel de febrero en el que, juro que se llamaba así, Don Marcelino, el sacertote del colegio, nos ponía en fila en la capilla, bajo la atenta mirada de las profesoras y nos hacía la famosa cruz. Esto solía ser a media mañana y cuando acababa toda la parafernalia unos a otros nos examinábamos las cabezas para ver quién tenía mejor hecha la cruz y a quién no se le había caído la ceniza de la cabeza en todo el "santo" día. Mis miércoles de entierro de la sardina fueron durante, calculo que, catorce años, más o menos, de mi vida dedicados en cuerpo y alma a este extraño ritual, que según nos decían, como siempre que bajábamos a la capilla, servía para purificar nuestras faltas y ser perdonados. Como niño inocente que era uno pues se lo creía y se lo aprendía como el padrenuestro. Pero la peor parte no era la ceniza ni tampoco el cuerpo de Cristo en forma de galletas ligeras libres de grasa. No. La peor era el momento del confesionario, cuando todos, sí o sí, pasábamos a contar nuestros "pecados". Y yo, podéis creerme, nunca sabía qué contar, porque no estaba muy convencido de que enfadarme con mi hermana o con mis padres, o no hacer los deberes fuera un pecado. Y de aquella historia de tanto tener que confesar lo inconfesable se me quedó un sentimiento de culpabilidad que me dura hasta ahora, mis años mozos, en los que uno se siente mal casi por todo mientras el resto vive en "lujuria". Creo que salí más marcado que la pobre sardina ahumada de aquellos religiosos miércoles. Nunca sabré de dónde, hostias, sacaban esas cenizas, como tantas cosas en esta santa religión.

lunes, febrero 19, 2007

El camino


Hace poco aprendí una frase de San Juan de la Cruz, que dice que: " Para ir a donde no se sabe hay que ir por donde no se sabe". Creo que es a lo que siempre tenemos miedo, a ir a donde no sabemos, y nos quedamos atascados en el camino, porque o no vemos o lo vemos muy complicado. Y entonces esperamos y esperamos y nos pasamos la vida esperando, porque no sabemos cómo es dónde hay que ir. Quizás no para estar mejor, pero sí en otras condiciones, con soplos de aire renovado y limpio. Y un lunes es un buen día para llevar a la práctica este consejo, aunque en el horizonte sólo nos imaginemos nubarrones negros y el mare d'invierno parezca que va a borrar ese camino que nos lleva a un mejor resguardo. Los lunes son días propicios para llevar a cabo las palabras de San Juan de la Cruz. Es el día del kairós griego, el día de la oportunidad. En Grecia le daban mucha importancia a eso de aprovechar las oportunidades como transición del presente a algo mejor. Es obvio que nunca sabemos si va a serlo, pero ahí está la sabiduría de cada cual para aferrarse al kairós. Y hoy, quizás, sea ese día para cruzar el umbral a no se sabe dónde.

miércoles, febrero 14, 2007

Detalles de crispación

No he podido resistir la tentación de subiros este regalito en un día tan especial. A lo Teletienda os presento la última adquisición, la crispación... sienta tan bien a quien se la pone en la mano derecha, brilla tanto que puede verse a la distancia y canta... canta que no veas. Quien bien te quiere te hará crispar. Tiene un valor y un precio muy alto, pero así podréis presumir de llevar una crispación en el dedo... hay amores que matan, ya lo decía yo... luego vuelvo con algo más ameno, de momento ésto...

martes, febrero 13, 2007

Para los gafes


Por no colgar lo típico en esta clase de días. Sí. De vez en cuando las semanas y los días se alinean para que nos toque un martes y 13. Pero, bueno, en cualquier lugar podéis encontraros con "la chispa de la vida", para alegraros el día si es que sois supersticiosos y si no pues os la podéis tomar tranquilamente, que alguna chispa seguro que sí os salta. Ahora bien, tamaño standard no sea que acabéis pasando de estado sólido a gaseoso. Feliz día negro.

lunes, febrero 12, 2007

Ese toro enamorado de la luna...


Este madurito de las carreteras españolas cumple 50 años. En su plenitud el semental español celebra medio siglo de vida. Nació en plena dictadura franquista en el año 1956. En principio era de madera y conforme fue creciendo sustituyó ese material por placas de chapa, así como creció en metros pasa asentarse en todas las carreteras del país, excepto en las de Murcia y Cantabria. Sin embargo, el toro de Osborne es más asiduo de tierras gaditanas y alicantinas. La idea surgió del brandy Veterano, que desde sus bodegas quería promocionar su bebida por lo que encargó a la agencia de publicidad Azor idear un logotipo, que con el tiempo pasó a convertirse en un icono nacional, que ha resistido las embestidas de varias leyes que querían sacarlo del rueda nacional y jubilarlo. La pañolada blanca de muchos españoles le ha dado la oportunidad de seguir siendo nuestra imagen después de cincuenta años.

viernes, febrero 09, 2007

Optimismo

No recuerdo su nombre, porque aún estaba desperezándome y preparando el desayuno. Pero algo extraño ha pasado esta noche. Me dormí escuchando la lluvia y me he despertado soñando que estaba en Huelva, tomando el sol en una playa. Cuando he sido consciente de la realidad no era sábado como creía, sino viernes, como así es. Un viernes variable y ventoso. Como me gusta. Y estábamos en aquello de que no recuerdo su nombre, pero un hombre de edad avanzada, con media sonrisa y con unos ojos que iluminaban el plató presentaba su libro, sin convicción alguna de intentar convencerme de nada, porque no me conoce. Su única convicción es el optimismo. En la vida. "Optimismo vital" es su libro y la frase del día, la que he enmarcado yo, ha sido la siguiente: "Quiere a quien te quiere y harás la mejor inversión". Con eso me lo ha dicho todo. Hay muchas formas de querer, distintos niveles y hasta estados según la persona que nos quiera y a quien queramos, pero sobre todo qué fácil es nuestra vida cuando queremos a quien detectamos que nos quiere sana y felizmente. Con esa filosofía he tomado el día al ritmo de cadencias cortas y acelaradas de este especialista, que aclaraba que no es optimista quien ve la vida de color de rosa, sino quien asume la realidad cómo es y vive conforme a sus circunstancias feliz y con la mirada puesta en mejorar. Ser optimista es más sencillo de lo que seguramente la fantasía y la irrealidad nos hacen creer muchas veces. Por último, ha lanzado el reto de abrazarse, de abrazar a quien quieres, porque el abrazo nos hace sentir protegidos, nos dignifica respecto a la persona que nos lo da y lo devolvemos de forma recíproca. Sobre todo, nos hace sentirnos optimistas, porque una vida sin querencia no es vida. Feliz fin de semana optimista.

miércoles, febrero 07, 2007

Amores eternos

Hay amores que matan y pasiones que no se terminan ni en la tumba. Y es lo que ha pasado con esta pareja del Neolítico. Llevan abrazados, como mínimo, 5000 años o más. Así murieron y así se han mantenido hasta ahora. Que yo sepa es la historia de amor más longeva que nunca se ha conocido. Es más, creo, según dicen quienes lo han investigado, que es la primera historia de amor datada en el mundo. Es una pareja, de alrededor de 25 años, en su día, y que murieron juntos. Este amor lo ha superado todo, entre otras cosas, siglos y milenios. Sobre la causa de la muerte no se sabe nada. Dudo que murieran de amor, pero podemos dedicarnos a especular e imaginar mientras investigan.

martes, febrero 06, 2007

Apagado o fuera de cobertura

Recibí algún correo electrónico y otro recordatorio para rescatar de la memoria que hoy es el día sin móviles en protesta contra la abusiva subida de las tarifas de telefonía móvil. Las compañías se aprovechan de nuestra "móvil-dependencia" y suben los precios disfrazados de estúpidas ofertas y promociones que sólo nos hacen gastar más. Os lo dice la mano ibérica más entrenada para el envío de sms. Y todo esto me ha hecho también recordar que ya nada es como antes. Y es que entonces nos íbamos de vacaciones y enviábamos una postal desde la playa para contar las cosas que "de verdad" nos pasaban, y porque "de verdad" echábamos de menos a la gente. Y también esperábamos a las 22.00 para llamar en horario de tarifa reducida en las cabinas o los antigüos locutorios de Telefónica, con sus placas agujereadas de color verde y donde te daban la vez. También escribíamos cartas y nos invadía esa ilusión durante días de saber que nos iban a descubrir esas letras, cuántas hojas, qué secretos, qué novedades y confidencias... y, antes también, era más romántico pasar el día con el corazón en punto muerto y esperando a llegar a casa o encontrar una cabina para llamar por teléfono a esa persona con la que querías hablar. Y ambos estaban esperando "la llamada" o "esperaban" a cruzarse por la misma esquina o "cruzar" una mirada en la calle, como todos los días, como a todas las mismas horas. Es algo que con el teléfono móvil hemos perdido. Esa emoción y la ilusión de esperar la llamada durante el día o los días, que alimentaba las ganas de ver y saber de esa persona. Ahora ya lo tenemo tan fácil que perdemos de vista el trasfondo de esta comunicación que implicaba las ganas de encontrarnos. Con el móvil es más fácil terminar discutiendo o en un maletendido. Apagón al móvil. Aunque sea por un día.

domingo, febrero 04, 2007

Fago ya tiene asesino



No me digáis que el pueblo de Fago no es de misterio. Viendo esta foto podría ser perfectamente el escenario de una película de suspense o el tablero de una partida de Cluedo e incluso podríamos ver por sus calles a Jessica Flecher rastreando pistas. Al final las fichas se movieron demasiado rápido y, como sucede siempre en estos casos, lo más díficil e inverosímil acaba teniendo una explicación sencilla. El asesino, que podía ser cualquier vecino del pueblo de los 25 habitantes censados, terminó siendo el oponente y rival del difunto alcalde. Su enemigo número uno. En esta ocasión la realidad no superó la ficción. Bien podía haberse tratado de una trama colectiva de la mitad del pueblo que tendió una emboscada al maquiavélico regidor de Fago. O podríamos haber descubierto una relación pasional entre la mujer del alcalde y su oponente; entonces ambos planearon asesinarle, para deshacerse de él y quedarse con el negocio económico y político del pueblo. Podía haber sido también una amante insatisfecha o alguien que cayerá de paso por allí. No fue así. Fago ya tiene crimen y asesino. Se delató rápido Mainar. Su facilidad y verborrea para hablar con los medios de comunicación, su increíble disponibilidad para someterse a todo tipo de pruebas criminalísticas, su constante insistencia de los enfrentamientos vecinales con Grima acabaron delatándole. Él, que era el guarda forestal de la zona, se conocía muy bien cómo, cuándo y dónde debía hacerlo todo. Cazador experimentado sabía también cómo manejar un arma. Aprovechó su profesión y pensó que su conocida enemistad serían sus alíados para despistar a los investigadores. A eso añadió correos anónimos amenazantes, que borraran cualquier sospecha sobre él y pudieran despistar. Pero finalmente su plan se le volvió en contra. Todas las pruebas indicaban que él había sido el asesino. No supo jugar bien su partida de Cluedo. Y ha terminado demasiado pronto. Fago ya tiene su historia negra. Como diría Ángela Langsbury en "Se ha escrito un crimen". Ah, sólo queda ponerle a este crimencillo la siguiente cabecera para cerrarlo: http://www.youtube.com/watch?v=GPpKx6zWpOo

sábado, febrero 03, 2007

Love is in the air


No sé tu nombre, ni tu edad, ni tu profesión. Tampoco si la tienes. Ni de dónde eres. Si de aquí o de allí. No sé cómo dirigirme a ti. Ni tampoco cómo es tu voz. Ni cómo suena a mis oídos. Ni sé qué te gusta o qué te disgusta. Si yo te llevo años o no. O si cumplimos años juntos. Si nos iremos pronto de vacaciones. No me has contado aún qué canción te gusta, qué película quieres ver, qué te apetece hacer un domingo. Si te gusta el color azul o prefieres el rojo. Yo tampoco lo sé. Si quieres bailar o pasear. Me pregunto si lloras de emoción o prefieres reir por no llorar. Si llevas mucho tiempo por aquí o es cuestión de casualidad. Es probable que estemos escuchando ahora la misma música o que nos hayamos escuchado. Lo que sé es que estás.

viernes, febrero 02, 2007

Día de la marmota


Chicos, sí, ya sé que algunos de vosotros vivís los días como auténticas marmotas. Dormís y dormís y dormís. Pues ha llegado vuestra festividad. Hoy es supuestamente el día en el que la marmota en EEUU augura cómo será el resto del invierno allá. Es todo un acontecimiento. Seguramente que sentís que vuestros días son siempre iguales. Entonces tenéis el síndrome de la marmota. Todo en vuestra realidad se repite, aburrida y monótonamente igual que le sucede a Bill Murray en aquella famosa peli en la que se repite obsesivamente el mismo día hasta la saciedad y la locura. Es verdad que la realidad muchas veces se nos rebela. Os produce hastío, desgana y desilusión en el peor de los casos. Yo desde aquí os animo a que rompáis con ese día de la marmota constante que tenéis sobre vuestras cabezas. Lo hago como suelo hacer siempre. Creo que el truco está en no buscar más allá de lo que la realidad os ofrece, si no en aprovechar y sacar el máximo partido de lo que cada día os pasa. Me parece que en nuestra mano está que la normalidad de los días tenga su nota de color, su puntito, "su aquel". A veces se nos pasan desapercibidos detalles y momentos con la gente que nos rodea, con las situaciones que tenemos a mano y que podrían hacer que nuestras marmotas despertaran y vieran las cosas de otra manera. No consiste en buscar cambios sino en indagar en nuestra propia realidad y valorar lo que nos rodea. A veces, marmotillas, no somos capaces de ver más allá de nuestras propias narices.Feliz día de la marmota. Me despido con un link musical, para que lo disfrutéis: http://www.youtube.com/watch?v=sPbYedj16dA

jueves, febrero 01, 2007

Mi vida sin mi

¿Qué hay detrás de esta persiana? ¿Qué se mueve si levantamos sus solapas? Seguro que decenas de vidas que se fusionan con otras, que se mezclan, que comparten otras vidas y, que, quizás, sin saberlo algún día lleguen a encontrarse. Pero de nuestro lado está la nuestra. Nuestra vida. Nosotros mismos, que miramos como espectadores las vidas de los demás. Las admiramos. Las envidiamos. Las compartimos o las odiamos. He leído en menos de una semana algunas iniciativas de personas (Australia y EEUU) que han decidido poner su vida en venta: Trabajo, casa, amigos, parejas, hobbies, vacaciones, sentimientos, personalidad. Todo. Incluso hay páginas web que te facilitan el proceso de vender tu vida. Si vendes tu vida, me pregunto yo ¿Qué te queda? Tú ya no eres tú. Es tu vida sin ti. Quedan fuera los que llevan una doble vida, que también viven una vida sin ellos... pero los más aventureros, los menos trascendentales venden incluso su alma. No sabemos si al diablo, pero aseguran que la venden. Menos mal que todo esto es un juego, porque lo más inherente a cada uno de nosotros nadie nos lo puede usurpar, a voluntad nuestra. Es la personalidad. Por mucho que se empeñen eso no nos lo quita nadie. Y yo, la verdad, no quiero vivir mi vida sin mi.