viernes, mayo 26, 2006

A new day has come


Bueno, al margen de sustos, daremos esta semana como un pequeño paréntesis. Haremos como que nos comemos un kit kat y nada ha pasado. Así que eso: A new day has come, que para los que no lo sepan es una canción.
A todo esto no podía dejar pasar en esta semana una metedura de pata de esas que solo son propias de nuestra Espe. Qué haríamos nosotros sin esa Presi que compra su ropa en el Zara, que lo mismo charla con la pescadera en un mercado que se sienta en Las Barranquillas a ver cómo un gitanillo se fuma un porrete. Con esas nuestra querida presidenta de la Comunidad de Madrid se presentó con su sonrisa hierática en Fuenlabrada, Fuenla pa los lugareños, nada menos que el día de la visita de los Príncipes.
La visita fue como todas, que si el ayuntamiento, unas cuantas fábricas y por fin ese toque amable que hace parecer a Letizia un ser humano: Visitaron un colegio, el Dulce Chacón. Y ese es el escenario de la anécdota de Espe. Ya sabemos todos que antes de desempeñar su actual cargo presidencial, aupada por las marujillas de peluquería mayoritariamente, Espe fue nada menos que Ministra de Educación, así que algo de eso se le debió de quedar.
Pues bien, en el acto estaban presente Felipe y Letizia junto a la madre, la hermana y la sobrina de Dulce Chacón. Los Príncipes inauguraban el centro escolar. Y a Espe, dueña de la lógica más aplastante, no se le ocurrió otra cosa que preguntar a la madre de la homenajeada: "¿Dónde está Dulce? ¿En Cuba? La madre, contrariada, según la prensa, se quedó con cara de no saber qué responder. Ante la insistencia de Esperanza Aguirre se percató de que tanta actualidad literaria no cabe en su sesera y la respondió que Dulce había muerto el 9 de diciembre de 2003.
Después de esta respuesta no tengo ni idea de cuál fue la cara de la Espe, pero supongo como mínimo se le corrió el maquillaje de los sudores que la entraron. En fin, ya sabéis, no te acostarás sin saber una cosa. Seguro que la Presidenta no va a olvidar ya quién es Dulce Chacón... Y hoy quiero hacer para cerrar el post un experimento colgando música. Espero que la disfrutéis. Esta versión me gusta más que la anterior, porque al fin y al cabo es lo que todo el mundo, o casi todo, piensa y no dice, je je je. Pinchad aquí: http://www.youtube.com/watch?v=AfGId_VrjIA

lunes, mayo 22, 2006

Eurocoñazo




Primer lunes al sol. No he visto las audiencias de este fin de semana, pero espero no equivocarme. Afortunadamente el sábado pasado salí a cenar. A pesar de que nos clavaron en el mejicano de los hijos de la gran chingada fue mejor eso que quedarme en casa a ver el patético ridículo que hacemos siempre en ese festival de canciones ñoñas, estúpidas y con una letra, en inglés casi mayoritariamente, que puede entender hasta mi sobrino: Eurovisión.
No sé por dónde empezar. Con sólo leer unas críticas, ver los resúmenes en la tele y echar un vistazo a Internet no era difícil imaginar que nuestro Ketchup estaba ya hecho zumo de tomate antes de saltar al escenario. No puedo creerme que de más de 200 canciones que se presentaron a TVE, la de las hijas del tomate fuera la mejor. Sólo llegaría a creérmelo si con ellas hubieran participado en el casting El Koala, los de Amo a Laura, Leonardo Dantés o Ámbar (Esa mujer que cambia más de nombre "artístico" que la programación de Antena 3)...
Hace ya más de mes y medio que escuché el patético Bloody Mary... por favor... y me quedé petrificado en el sofá. No sabía si era cosa mía o eso que vi era un esperpento de canción. Creo que las Ketchup tenían que saberlo por mucho que hayan disimulado. Menuda bazofia de música. La guinda de esos tres avergonzantes minutos la pusieron las sillas de oficina que debieron de coger del atrezzo del festival. Además ya puesto a ser bloody bloody incluso ellas me parecían avejentadas y con ese vestuario rojo pasión tan tan tópico... no sé...
Al final las del tomate exprimido se quedaron en el puesto que se merecían, el 21. Del resto del Europetardo, por lo menos los ganadores fueron algo originales y por fin ha ganado, a pesar de que no me gusta, una canción "rockera" y no las típicas letras que cantan lo bonito que es el mundo, lo fraternal que es Europa, lo felices que somos todos cantando y lo chupimegaguay que es el amor. No me extraña que Massiel se haya terminando entregando a los brazos del mono (el del anís). Pues eso, que Finlandia le dio el punto original y rompedor. Fue como aquel año, hace poco, que saltó un austríaco cantando música de los cantones de los Alpes y se ganó la simpatía de la gente.
Segundo año en el puesto 21. Quizás si TVE deja de hacer tongo con esto del festival lo consigue convertir en algo entretenido e interesante de ver aunque sea una vez al año. Lo que está claro es que éste muchos cambiaron el sabor del ketchup por el de la salsa rosa o como yo, por el picante.

sábado, mayo 20, 2006

Cosas del tiempo


Espero que por poco tiempo, pero hoy el sábado ha dejado de tener el sentido de un sábado. Hoy empiezo con una recomendación de musiquita fácil, pa esa neurona que dejamos en alerta a lo largo del fin de semana. Se llama "No entiendo". De esas cancioncillas existenciales, pero fáciles, insisto.
Por lo demás esta mañana escuchando a Angels Barceló en A vivir que son dos días han tratado, en la tertuliam el tema del tiempo. Y me ha gustado bastante escuchar algunas de las opiniones que daban los colaboradores de la Barceló. Decía ella que hace poco Rosa Regás, al recoger un premio de narrativa y pensar qué haría con el dinerito, divagó un poco y soltó una frase que es algo tal que así: El dinero le iba a servir para tener lo único que no se puede comprar, que es el tiempo. Y eso a su vez ha inspirado, y lo siento por no acordarme del nombre, una novela de uno de los contertulios de Angels. En ese libro el protagonista descubre un lugar donde se pueden comprar tarritos de tiempo, que primero son de cinco minutos y luego se van prolongando las ofertas hasta vender tarros de horas, días. ¿Os imagináis poder comprar un tarro de un fin de semana extralargo?
Luego también pasa, decían en la tertulia, que el concepto que tenemos del tiempo es puramente sicológico, porque seguro que habéis tenido situaciones en las cuales disfrutábais tanto lo que hacíais que se "os ha pasado el tiempo volando", pero en otro momentos "habéis tenido que matar el tiempo", porque las horas se os pasaban como minutos. Esto pasa cuando nos aburrimos, nos encontramos mal, tristes o deprimidos. Mientras que lo primero se relaciona con la euforia, la alegría, el entrenimiento, los sentimientos positivos en general.
Incluso algunos presos, decían en la tertulia, coinciden en opinar (digo yo que son presos pero vamos que se puede aplicar a cualquiera) que en la cárcel, una vez pasada la experiencia, sus días eran más largos que las semanas. Aseguraban tener tanto hastío que las horas hasta completar un día se hacían eternas, tanto y de tal manera que el paso de las semanas apenas era un suspiro. Y todo esto no es más que algo sicológico sencillamente, porque una hora tiene para todos sesenta minutos y un minutos sus correspondientes sesenta segundos.
Y si nos paramos a pensarlo un poco, el tiempo es lo único que materialmente no se puede comprar de ninguna de las maneras, ni obtener, ni frenar, ni acelerar. ¿Cuántas veces hemos pensado en dar marcha atrás y solucionar aquello que hicimos mal?, ¿Cuántas veces hemos deseado con todas nuestras fuerzas revivir los mejores momentos que se quedaron "anclados en el tiempo"? He aquí otra expresión del tiempo para designar algo que nos ha marcado y que conforme vamos cumpliendo años nos sirven como hitos para recordar el pasado.Esos momentos gloriosos o penosos pero en los que durante un tiempo nuestro vida quedó anclada y girando en torno a aquello.
Entre unas y otras opiniones coincidían en que muchos ricos se obsesionan con comprar el tiempo a través del dinero, entendiendo tiempo por no hacer nada, por ocio; mientras que nosotros, los curritos, a veces cuando pasamos mucho de ese preciado tesoro, que es el tiempo, dedicándolo a hacer lo que más nos gusta nos llegamos a sentir culpables sin razón alguna. Por ejemplo pasar una tarde leyendo un libro, durmiendo, escuchado música... acabamos pensando "hemos perdido el tiempo". Y al fin y al cabo es todo sicológico... porque igualmente la semana mientras trabajamos se nos hace "eterna" y el fin de semana "se nos pasa volando" y siempre con el sabor agridulce de poder haber hecho otra cosa.
En fin, yo lo dejo aquí y que cada cual aproveche su tiempo de sábado como mejor pueda y quiera.

jueves, mayo 18, 2006

Cuando los días son duros


Hoy os planteo la siguiente pregunta: ¿Nunca os ha pasado que habéis pensado alguna que otra cosa, por absurda que sea, que ha terminado acaeciendo? Pues eso mismo lleva pasándome a mí varios días. Lo único es que, como las hemorroides, lo he vivido en silencio.
Me pregunto yo que si atraeremos las cosas o es que tenemos un sexto sentido pululando como las avispas, que de vez en cuando se posa en nuestra cabeza y nos pincha con el aguijón de la adivinación. No sé. El caso es que hoy ha sido un día durillo. Sí, con diminutivo. Tampoco es que hayan pasado cosas por las que mi pequeño mundo pueda hundirse en la enormidad del universo. Ni siquiera el fin de esta pequeña, pero intensa etapa laboral ha supuesto que hoy haya sido un día durillo. Ni tan siquiera descubrir que mi coche puede tener vida propia...
No sé qué ha sido que conforme voy pensando todo así va sucediendo. Igual que el día todo se ha ido poniendo nublado, aunque dejando pasar el sol. Un sí, pero no. Lo mejor hoy será, nunca mejor dicho, no dar ningún titular. Ni siquiera una foto del día. Ni darle tregua al pensamiento.
Volviendo al tema, una jornada "durilla" es esa en la que dentro de que te sientes bien, tienes una pequeña tristeza que te rasca el ánimo por dentro. Bueno, pues para esos días en los que esa nube os quiera atormentar el día siempre será bueno pensar en esas cosas tan simples que tenemos: Gente que siempre te dedica una sonrisa o que te apoya con sólo descolgar el teléfono, que te promete dedicar parte de su tiempo libre por escaso que sea. O también esa cara de tristeza y emoción cuando te despides de otra persona que no sabes cuando volverás a ver. Incluso se puede pensar para matar ese día durillo que para terminarlo vale tirarse en la cama y perderse en la música de esa canción que nos da vidilla o pensar que cualquier tiempo pasado fue peor, que todo pasa por algo y que empezar y acabar depende siempre de uno mismo.
Y sobre todo lo mejor y más difícil es saber que uno es dueño de su vida y que hace con ella lo que quiere y nadie puede ni tiene derecho a cambiarla. Y esa sensación de ser cada uno quien dirija su barco es sencillamente genial, porque te das cuenta la cantidad de posibilidades y de elecciones que tienes delante de ti.
Así que solamente eso.

martes, mayo 16, 2006

Tiempos de azúcar


Antes que nada, aviso para navegantes: Siempre que queráis, que sé que sois pocos, pero estáis, podéis hacer cualquier tipo de comentario en los post que voy colgando. Como es anónimo si os da vergüenza vuestro nombre no sale :-) No sé si alguna vez os habéis preguntado que las cosas caen como llovidas del cielo, como si todo llevara un orden encadenado. Si no fuera porque creemos que existe el azar parecería que todo lo que pasa está encadenado.
A lo anterior, como es el caso, puede sumarse un peso en el entrecejo y un dolor de "frente cabecero" como si te estuvieran golpeando con un plomo invisible. Todo esto para hablar de una película después de la que recomendé hace tiempo, la de Volver a empezar. Bueno, pues anoche vi Tiempos de azúcar. Otra española. En la 2, como no podía ser de otra manera. Y me encontré con ella como quien pisa un chicle con sus zapatillas y se lo lleva pegado en la suela. Si los acontecimientos de ayer no fueran como resultaron ser seguramente que a esa hora y con la noche tan increíble que hacía ni me hubiera enterado de su existencia. Pero todo lo que pasó acabó desembocando en una tormenta seca, con algunos rayos y truenos, pero finalmente poca agua. Y la poca que cayó fue viendo determinadas escenas de la película. Y como todo lo grande en la vida algo puede cambiar en segundos y minutos y pasar del blanco al negro y viceversa.
Con la predisposición que tenía ya, la vi como una historia absurda, sencilla, que le puede pasar a cualquiera. Dos amigos de un pueblo que están enamorados desde que son pequeños, pero nunca llegan a estar juntos, porque tienen maneras distintas de mostrar su amor y al final acaban siguiendo cada uno su camino, pero con ese sentimiento latente.Él está locamente enamorado de ella, pero siente ese amor que es el más sincero de todos: El de querer la felicidad de la persona a la que amas a costa de lo que sea y de sacrificar ese amor y dejarlo insatisfecho. Ella está enamorada desde el principio, pero lo ve como un gran amigo, como la persona a la que le cuentas todo, como ese pilar que todos tenemos para llorar siempre o para reir o para contar los secretos más intímos sin enrojecernos, porque no hay compromiso alguno. Son dos maneras muy distintas de querer. Pero ese sentimiento les llevaba a buscarse siempre en la película. Daba igual las vidas que fueran a llevar cada uno. No pasaba nada porque ella se enamorara falsamente de su compañero de facultad y se casara con él. "El mejor amigo" se quedaba en el pueblo, anclado a su negocio familiar, amasando los dulces y haciendo de ellos el cariño que siente por la chica. Es él quien le prepara su pastel de boda, quien la anima a seguir su camino en la vida, quien se alegra de que haya encontrado un chaval tan bueno como marido, quien amasa sus penas con los dulces que prepara por ver que ella progresa. Y es él a quien le compensa un día de visita, entre cientos de ausencia.
Ella, en la madurez, se da cuenta, tarde, pero a tiempo, de que su vida ha girado en torno a esa persona que siempre estuvo pendiente de sus movimientos, en silencio, con ternura, con cariño. Y de eso uno se da cuenta en una escena, que para mi, es increíble: La del amanecer de un uno de enero en el que ella tiene roto el corazón, porque uno de sus tantos ligues la ha dejado. Y a este chico no se le ocurre otra cosa que sólo quien te quiere con algo más que lo físico te puede regalar: Un amanecer. Ella diserta en esa escena sobre el amor, el dolor que se siente, ese nudo que te ahoga por dentro, la sensación de asfixia, de perderlo todo y de no ver el resto de cosas buenas que tenemos en la vida, le cuenta la sensación de parálisis que le rodea como si nada en su vida tuviera ya sentido. Y decide que el amor es una mierda.
Pero el tiempo a lo largo de la película le va enseñando a ella y le va modelando a él lo qué es el amor. Y normalmente, esto ya es algo de opinión, es algo más fuerte que una pasión, y más que la necesidad de estar con alguien, más que la obsesión de querelo todo de esa persona. El amor es demostrar que por encima de lo malo (y de lo bueno, que es más fácil) siempre vas a estar ahí aceptando la vida de la otra persona, asumiendo sus decisiones, respetando siempre, animando el camino que va haciendo, apoyando y celebrando sus logros, corrigiendo los errores, asumir los ajenos, superar los baches y los miedos, saber que sólo con esa persona aprenderás todos los días y viceversa, y pase lo que pase, si tienes verdadera confianza en ella, no soltarle nunca la mano y saber que el dolor de una decepción no lleva veneno y tiene solución. Eso es querer. Y lo sientes porque pase lo que pase y hagas lo que hagas te vas a sentir a gusto y envuelto en la tranquilidad que te da esa persona y a la que echas de menos cuando hasta haciendo lo más tonto con otra sientes su ausencia o irremediablemente viene a tu mente. Pensadlo, porque es amor. Tiempos de azúcar.

lunes, mayo 15, 2006

Se nos rompió el amor

Tres horas de sueño. Lunes festivo. Dos horas para salir del trabajo. Sí. Los tríos es lo que tienen. También las parejas que desde el principio caminan por el hilo de la pasión. Eso debió de pensar Maragall la semana pasada: "Se nos rompió el amor". Es lo que tienen estas pasiones tan fuertes y repentinas, que vienen como llegaron. Como dijo un día Ana Botella, lo de las peras y las manzanas no es posible. O son manzanas con manzanzas o son peras con peras. Y en Cataluña, como la vida misma, es lo que ha pasado esta semana pasada. Lo que desde el principio fue un cóctel explosivo acabó saltando por los aires. Y los amores de Maragall por Carod han sido tan intensos y pasionales, que sin una base de lo que tiene que tener todo idilio pues se ha roto.
En el trío nunca hay un acuerdo. Que si uno quiere más de aquí, que si el otro de allí, que si uno se vicia con un caprichito, que si el otro siente celos, porque al primero le das más. Luego uno quiere ser quien dirija el cotarro aunque no le toca ese rol. Al final unos entran y otros salen y nadie encuentra su papel en un tripartirto que parecía más de una peli de Marx que de una realidad.
Cuando hay hijos de por medio, la cosa va a peor... y es que aquí hay hasta eso: De este trío con tanto corazón ha nacido un pequeñín, que se llamata Estatut. Unos dicen que son los padres, otros niegan serlo, aunque es lo que tiene una orgía. Que ahora nadie sabe quién es el padre. Alguien del trío dice que es del enemigo. Y es que del amor al odio hay un paso.
Le queda un año muy duro por delante, porque claro, Maragall que era la manzana, roja por supuesto, de este zumo agridulce a la republicana ha estado sometido a la fruta verde y sin madurar de un hombre al que le falta además de sentido común, un poco de madurez y responsabilidad en esto de la política. El tercero en discordia en este particular trío, el verde, verde maduro por su propia naturaleza, es Joan Saura. Como en todos los tríos amorosos siempre hay uno que es el comodín de la pareja. Ése que pone el toque picante y que rompe la rutina. Pues ése mismo ha salvado el divorcio del trío.
Dicen que para otoño quieren repetir el mismo trío pero con distintos protagonistas y yo pienso que segundas partes nunca fueron buenas. Que lo que no ha sido es mejor finiquitarlo y a otra cosa mariposa.
Hoy recomiendo a los que tengan tiempo y quieran ir pueden ver los fuegos artificiales de San Isidro y darse una vueltecilla chulesca por las fiestas de Madrid. No es la solución, pero si un pequeño remedio para algún corazón partío :-) A mí ya me queda menos para salir.

lunes, mayo 08, 2006

La alborada

... La alborada no es sólo el nombre de una finca, también el de un grupito de familias valencianas que se han unido todas ellas muy bien avenidas con sus respectivos miembros para componer una canción a Benedicto XVI, que nos visitará en el mes de julio. Entre Amo a Laura y esta nueva composición de amores virginales, familias idílicas y jerseys de Lacoste al cuello no sé si voy a poder sobrevivir a este verano.
Pero es que alborada también es la que tiene en Italia Berlusconi que sigue erre que erre para estar omnipresente en su país a costa de lo que sea. El hombre se resiste a marcharse y estos días ha dado sus últimos coletazos metiendo cizaña en la elección del presidente de la república. Y es que a lo largo de la semana, aunque no del todo, se cierra allí todo el proceso electoral que dio a Prodi como triste vencedor de las elecciones de abril. Es todo un acontecimiento para ellos lo que esta semana tiene lugar. Eligen al sucesor del simpático Ciampi. Este abuelete es la viva imagen de una persona que transmite buen rollo. El octogenario presidente de la república se retira con nada menos que 87 años. Viene a ser la versión buena de Fraga en Italia. Allí todos querían que siguiera, pero siete años más son demasiados, incluso hasta para el perenne Berlusconi.
Es un acontecimiento, que se desvelará a lo más tardar el miércoles o el jueves, porque se reúne en la Cámara Baja lo más selecto de la política, a voto secreto y sin los rigores ni las presiones de la disciplina de partido; así que 630 diputados, 315 senadores junto a los siete vitalicios y los delegados de la regiones, que para quien no lo sepa son 58, votarán al máximo representante de su política. Quien imaginara que Prodi era la punta de la bota se ha equivocado. El candidato a salir electo es un poscomunista llamado Napolitano, un apellido muy al caso. No será finalmente el ex primer ministro D'Alema, de quien Berlusconi ya ha dicho algunos piropos. Y como siempre, y he aquí por lo que es un acontecimiento, casi siempre el resultado de la votación y la figura del presidente es una auténtica sorpresa. Es como elegir a su Miss.
A todo esto he leído en El País todo lo contrario a una alborada, que es el nacimiento de un niño que ha tenido la proeza y la osadía de ser el único que cada siglo reúne la serie númerica del 1 al 8. Si no recuerdo mal. Nació en la primera hora y el segundo minuto, en tan solo tres minutos, del cuatro de mayo (mes cinco) y pesó 6 libras y 7 onzas, según los pesos británicos (que para variar van por libre en esto de los cálculos, las matemáticas con sus libras, onzas y demás...) Y del 8 no me acuerdo. Quizás tuviera ocho lunares... se aceptan propuestas.
Qué cosas tiene el mundo en la alborada de un lunes al salir del trabajo. Un día menos de la semana.

domingo, mayo 07, 2006

Cómo dar un salto al vacío

Hoy es el día de la madre, así que bueno felicidades a la mía y a las del resto. Cuando digo las del resto incluyo la de quienes saben que están o no físicamente, pero siguen de una u otra forma ahí. Ya sé que es un tópico. Ahora mismo me pregunto qué será que tienen las madres que es más fuerte que un radar, un sensor, un buscador de minas para saber siempre todo sobre sus hij@s sea lo que sea lo que les pase.
Las madres siempre saben dar ese consejo más sabio, que no es el que habla desde la experiencia sino desde algo, que no sé qué es, por el que siempre encuentran la palabra exacta. Da igual tener un secreto con ellas, porque para ellas no hay secretos. Es imposible engañarlas, porque saben siempre qué nos pasa. Y aunque a veces sus palabras y consejos sean duros y divagemos sobre si tienen o no razón empiezo a creer que nunca se equivocan.
Bueno y al margen de esto, mientras metafóricamente me pregunto aquello que da título a mi post: Cómo dar un salto al vacío, he leído que han aumentado muchísimo los divorcios y separaciones. Vamos que cada vez nos aguantamos menos. Y a la cabeza vamos portugueses, españoles e italianos, lo más latino del sur. Estoy convenciéndome de que realmente no sabemos llevar las relaciones y por eso acabamos fracasando. Aunque, por contra, me hace mucha gracia que, sin dar nombres, el cien por cien de las personas que conozco han arreglado sus asuntillos amorosos y/o pasionales en los últimos días. Y eso que había casos francamente imposibles. Así que a todos los que disfrutáis de ese estado: Enhorabuena.
Y además hoy, primer domingo de mayo, es el cumple de uno de mis grandes temitas. Ay, Martita, ya casi dos años de Temita Power por la vida. Quién nos lo iba a decir esa mañana de julio con la legaña en el ojo para ir al curro :-) Ese Visto, al que tanto recordamos ;-) entre volcados, visionados, desayunos, excursiones tempraneras en coche, correos matutinos y siempre con el lema del temita power forever. Po zi. Te me hacej una agüela. Así que hoy por ti un homenajillo, que sin que se entere nadie diré que haces una cifra redonda. pero tan bien llevada... A pesar de las estadísticas que publica El Mundo tú ya sabes que no hay mayor felicidad que un chocolate con churros para ahogar las penas. Y como es un cumpleaños tan redondo creo que esto merece una de nuestras vueltas sobre la silla y un ¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte!
Pues eso. Hoy es un domingo que como todos los domingos es blanco, porque es un día en el que de no ser porque Marta cumple años y es el día de la madre nada importante pasaría... excepto que muchas bodas caen seguro que hoy en domingo y dentro de un año estarán separados ¿Cómo saltan ellos a su vacío?
Esa frase la he tomado de una canción de la Oreja de Van Gogh cuyo último álbum recomiendo aunque haya quienes me digan que es más y más de lo mismo. No es verdad. Es la canción séptima para los que queráis disfrutarla y yo mientras me sigo preguntando sobre todos los significados que tiene la frase: Cómo dar un salto al vacío. Seguro que hoy es el día en el que cada uno de nosotros queremos dar un pequeño salto al vacío, o un gran salto, pero no sabemos, nos da miedo, es difícil, no nos atrevemos y tememos al momento después de lanzarnos por ese vacío en el que no se ve el fondo. Y que conste que no lo pregunto con connotaciones macabras ni asesinas ni suicidas :-) ante todo mucho temita power. Yo sólo me atrevo a decir que con un temita power ese salto es más fácil y un domingo puede ser buen día.

jueves, mayo 04, 2006

Amor en el Prado


Nada peor le podía haber pasado esta mañana al alcalde de la villa de Madrid que acudir a polémico Paseo del Prado a inaugurar una exposición de esculturas junto a la noble Espe. Todo sería normal si no fuera porque esas obras de arte hablan de amor. Y delante de ellas ambos, presidenta y alcalde, se hicieron la foto. Se dieron el beso, el abrazo y se dedicaron las mejores palabras. Como la realidad supera la ficción el beso era de Judas, el abrazo con espinas y las palabras envenenadas.
Y es que a Gallardón se le ha metido entre ceja y ceja, y eso que sólo tiene una, que el Paseo del Prado tiene que ser remodelado. Esto ya lo sabía todo el mundo, pero es que dicho lugar de Madrid, que hasta el SXVI fue una arboleda por la que pasaba un riachuelo y donde una duquesa de Alba fue violada por contrariar las normas de la época, está habitado por árboles centenarios. El alcalde ha reconocido que se hará una tala de casi treinta árboles, de los que no ha contado unos cuantos porque, dice, están podridos.
Y entra la tercera en discordia en este trío amoroso: Carmen Cervera. La baronesa se ha negado rotundamente a este proyecto del que dice que su museo sale perjudicado y que realmente se van a talar más árboles de los que Gallardón dice. Espe ya ha dejado claro en la que debe de ser su polémica número mil con el primer edil de Madrid, que en el Prado mientras ella sea la presidente regional no se va a talar ni uno sólo de los árboles.
Por su parte, Gallardón insiste en que, le pese a quien le pese, y aunque no cuente con el apoyo regional de quien depende la luz verde a esta obra, él seguirá adelante con sus planes del nuevo eje Prado- Recoletos que se presentará la semana que viene.
Esta polémica ha tenido lugar en el Prado esta mañana. Tal como la vida misma. Una escena bucólica en pleno Paseo del Prado, unas esculturas de amor y un matrimonio político malavenido con una amante baronesa que promete atarse a sus plátanos si Gallardón, el hombre de la obra, se los lleva.
En el próximo capítulo sabremos cuál será el precio político que pagará Gallardón, que ya ha arrasado con todos los árboles de la M-30 y cuenta con expedientes abiertos por la UE de lo bien que está llevando sus obras de soterramiento. Dicen las malas lenguas de la villa y corte de Madrid que con esta obra los árboles talados pueden ascender a casi cuatrocientos. Al final los túneles de Manzano eran mejores.

miércoles, mayo 03, 2006

... estaría bien


¿Os habéis imaginado cuántas cosas en la vida pensamos a diario que podrían estar bien, es decir, mejor de lo que nos parecen o queremos? Sería como abrir un huevo Kinder y descubrir una gran sorpresa que haría de los días buenos otros fantásticos y de los malos otros llevaderos. Hay que proponérselo.Yo lo pensaba esta tarde en las horas de trabajo y se me ocurría que estaría bien en primer lugar que lo bueno o lo malo que nos pasa en la vida fuera sencillo, porque a veces, cuando algo de lo primero sucede sin esperarlo enseguida nos decimos a nosotros mismos lo extraño que ha sido que una cosa tan buena nos pasara de repente.

No estamos demasiado preparados para lo bueno ni para lo malo. Por eso hoy estaría bien pensar, a punto de acabar el día, en eso. Estaría bien que querer fuera más sencillo, que compaginar mundos opuestos fuera tan fácil que se acercasen los dos polos. Estaría bien que la gente se entendiese, así por ejemplo nuestro Evo Morales, con su jersey a rayas, no nos jodería nacionalizando las empresas; o que las personas se respetasen y así no hubiéramos tenido que contemplar el hermoso trasero de Frau Merkel, tan tan hermoso como un "sol". Estaría bien que no hubiera insultos y así las discusiones acabarían en tablas y con los ánimos calmados.
Y sobre todo estaría bien convencernos de que en la realidad todo es más sencillo de lo que parece si nos convencemos de que así es. Es sencillo pensar que un mal día pasa y que aquella hora que se hacía eterna, porque el plomo de la tristeza hundía nuestro entrecejo hasta arrugar la nariz, no es más que un efecto de pensar que pasarlo mal es un nubarrón detrás del cual sale el Sol. Y también sería más sencillo relacionarnos entre nosotros si en lugar de buscar otro yo encontrarámos un complemento.
Estaría bien despertarse cada día dejando nuestros miedos e inseguridades en la almohada y vestirnos con una cara guapa para deslumbrar al mundo que hay más allá de la puerta de casa. Estaría bien pensar que el dolor que nos punza el estómago a veces es solamente una piedra, detrás de otra, que se llama madurez y que un día desaparece porque ya lo hemos aprendido todo. Y estaría igual de bien saber que podemos mirar atrás con una sonrisa y meter en un saco los buenos recuerdos para cargarlos a la espalda dejando los rencores en la tierra del camino. O se me ocurre también el poder meternos en esa burbuja que llevamos todos al lado donde lo que nos hace sentir mal y que nuestro ánimo decaiga no consiga traspasar. Sería sencillo si metiéramos con firmeza uno de los pies dentro, porque luego el resto de nosotros ya estaría dentro.
Nos sentiríamos bien si valoráramos, como ya escribí en un blog, los pequeños placeres de la vida, como son un par de cañas de lata y una bolsa de pipas en un jardín de una tarde tormentosa de Madrid. O un par de pizzas aliñadas con recuerdos y cariño perennes. Y también estaría bien colgar de la pared ese minuto de oro en el que supimos aprovechar un abrazo deseado en el que esos brazos te protegen con firmeza y sientes que con un gesto así quién puede estar triste o creer que está solo o mal.
Y es que sería más sencillo todo en esta vida si a veces en lugar de enfrentarnos por llevar la razón o por defender algo que no vamos a cambiar nos fijáramos en lo verdaderamente importante que es aprovechar lo que nos dan y dar lo que nosotros somos. Estaría bien dormirse hoy pensando en esto, porque levantarse mañana y sonreir será más sencillo.