jueves, septiembre 28, 2006

La cuenta atrás



Empieza la cuenta atrás para ese gran día que será el próximo 27 de octubre. Mi cumpleaños. Como algunos ya sabéis es costumbre en mi que esta fecha me haga más ilusión que a un tonto un lápiz. Qué le voy a hacer. Durante un mes voy descontando los días que me quedan para cumplir años. Este año me caen ya 26. Lo cual no es como para andarse con bromitas.

Los nervios se atenazan a mi estómago conforme se acerca el gran día y pienso en los regalos y detalles que me gustan :-) Como cada año mi madre me preparará la comida que más me gusta y soplaré una vela más en la misma tarta de todos los años, ese pastel de nata por cualquier ángulo que lo mires y bañado en una lluvia de almendras ahogadas en azúcar glass con su cubierta de fresas naturales y su placa de chocolate que conmemora mis bien llevados 26.

Y mientras ese día se acerca yo voy dejando caer algunas pistas de mi planning personal para ese momento en que me levante, abra el ojillo izquierdo y sea consciente de que durante esas 14 horas es mi cumpleaños. Qué ilusión esos mensajes de felicitación sinceros de los que se acuerdan de ti por tu día, sobre todo el primero (gracias) y qué vergüenza paso, con esa timidez enfermiza, cuando soy consciente de que la gente me va a llamar y me va a felicitar. Y además este año cae en viernes, así que doblemente bueno para aprovecharlo.

Aún no sé qué quiero hacer o si quiero o tengo ganas de hacer algo, pero creo que este año ni me lo planteo, porque será algo tranquilo, relajado y que salga como tenga que salir. No quiero planear mis 26, y que se acuerde quien quiera y me lo haga saber también a quien le apetezca. Pero bueno ante cualquier duda os hago saber que desde aquí podría elaborar una pequeña lista de cumpleaños: Me encantan las chaquetas de deporte, las camisetas, tintín y sus cómics (esa colección tamaño casi bolsillo), Woody Allen y sus pelis... y las sorpresas, es decir, esas pequeñas chorradas que se me escapan siempre sin pensarlo y que me gustaría tener, jejeje...

Aún así creo que todavía no he cumplido el sueño, nunca, de lo que realmente quiero hacer un año por mi cumpleaños. Lo importante es no perder la ilusión, que esa la he tenido siempre, porque me acuerdo que cuando era pequeño lo que más me ilusionaba era saber cuál iba a ser la tarjeta con la que me felicitasen mis abuelos ese año. Y creo que por eso me siguen haciendo tanta ilusión... iré pensando mientras tanto algo especial para este gran día que ya se acerca y que es el 27 de octubre.


Por cierto, hoy estoy malito, con catarro y medio atontado, así que ando reposando lo que puedo... :-(

miércoles, septiembre 27, 2006

Como la vida misma

Como la vida misma. Cada loco con su tema, cada cual arrima el ascua a su sardina y entre todos las mataron y ella sola se murió. Claro que dos no discuten si uno quiere y supongo, también que dos no se entiendien si, al menos uno no quiere. Y mientras tanto la casa sin barrer...

martes, septiembre 26, 2006

La decepción

No sé si la decepción es más triste y oscura de noche o de día. A mí de noche me parece un horror, sobre todo porque la encadenas con el amanecer y cuando tienes que madrugar esa decepción se ha inflado y duele más. La decepción te atenaza y te pilla por sorpresa, porque es así de traicionera y aparece cuando menos te lo esperas, cuando te envuelve un halo de tranquilidad y te sientes bien y piensas que nada puede hacerte daño muestra su cara más amarga.
La decepción aspira en ese momento toda la tranquilidad y entonces la ansiedad rellena todos los huecos que antes no tenías y por si fuera poco esa ansiedad te araña por dentro provocándote heridas, que duelen y que no se pueden curar.
Cuando crees que no te mereces la decepción por mal que hagas las cosas de forma ocasional o mucho que te lo quieran hacer creer todo se vuelve oscuro y triste y no encuentras el sentido de nada de lo que te rodea ni de los buenos momentos ni tampoco de haber hecho tanto bien. La decepción es ladrona, porque introduce todo eso en su saca de sufrimiento y te deja saqueado y vacío. Sólo junto a la ansiedad te cabe un pequeño interrogante dentro: Por qué.
Entonces piensas si las personas realmente tienen en la vida lo que se merecen o si existe siempre una mano justiciera que va repartiendo a cada cual lo que es justo para él o ella en la vida. Yo me resisto a pensarlo, al menos aplicado a mí. Me considero demasiado bueno y siempre con un sentimiento de querencia importante e imborrable hacia las personas que me importan. Por eso creo que cuando las decepciones me asaltan, cobardes ellas, en un rincón, desprotegido, sin esperarlo y con una sonrisa en mi interior es porque toca esa lección de vida, para aprender a valorar lo bueno cuando realmente tenga que llegar. De lo contrario sucumbiría y sería una víctima más de ti, decepción.
Dejas que depositemos un cupo de confianza y construyamos un mirador con vistas al mar de la tranquilidad e incluso en los mejores dias se avista a lo lejos la isla de la felicidad, cuando no hay oleaje. Pero enseguida desatas la tormenta y lo arrasas todo.
Entonces sólo queda resignarte y volver a empezar. Así eres tú decepción cuando apareces mentirosa y cruel.

Cada cosa por su nombre



Me he preguntado muchas veces si existe una profesión que siempre sea divertida, interesante, nueva cada día y que nunca deje de ser creativa, como un juego constante de imaginación e ilusión y creo que es la de ser nombrador de cosas. Ponerle un nombre a ese rincón que tanto te gusta, a esa playa de la que te enamoraste, el bar donde pasas tus mejores tardes, la canción que te trae mejores recuerdos o te hace sentir más emoción, la bebida que siempre va contigo o la historia que nunca dejarías de contar o ese plato que comes en tu casa como en ningún sitio...

Y, hasta hoy, pensaba que no existía esa profesión, pero por qué Vodafone se llama así o Amena o La Casa Encendida, por qué todo tiene su nombre, quién y cómo se lo da. Pues ésta es una profesión. La de ser nombrador. En España sólo la ostenta un "poeta" asturiano, Fernando Beltrán, h
a creado hace ya un tiempo la primera empresa española que le da nombre a las cosas.

Y yo pienso que éste es un oficio que nunca tendrá paro, que nunca dejas de trabajar, pero tampoco trabajas, porque es fruto de la imaginación, de la idea que de repente se te cae de la cabeza para ponerle un nombre a algo. Creo que más que una profesión ésto es un juego y a la par una responsabilidad enorme, porque sabes que desde el momento en que dotas de personalidad a ese algo que se llama "cosa" (palabra fea, insípida, impersonal, desagradecida y vacía) todo el mundo lo llamará por el nombre que tú le has dado.

Como el susodicho creador de esta empresa, llamada
naming, asegura que "ayuda a nacer y a crear". Y esto, creo, es una combinación de imaginación, fantasía, responsabilidad e ilusión. No es un trabajo en el que te quedes sentado en tu silla o te pases las horas muertas tecleando un ordenador ni te mates a sudar la gota gorda con un enorme esfuerzo físico. Todo está en tu cabeza.

Yo de mayor quiero ser nombrador y ponerle nombre a todas las cosas que pienso y creo a diario en mi imaginación y que todo el mundo lo llame así. Bueno, en el fondo creo que todos somos nombradores de nuestras pequeñas cosas y de nuestro mundo, otra cosa es que lo hagamos público.

lunes, septiembre 25, 2006

Contando...


Cuento los días con los dedos de las manos esperando a que la vida cambie, a que llegue el día en el que se me olvide contar o no sepa si tocaba el índice o el anular.

Cuento los días que restan para sonreir infinitamente desde que salga de casa hasta que vuelva a entrar, en el que no tenga que decir que soy feliz, sino que cada una de las letras se escapen disparadas por los poros de mi cuerpo.

Cuento los días en los que llorar no sea un momento más del día, sino que sea una tormenta pasajera que no nuble las horas... o sea producto de una emoción o de una sorpresa.

... y también los cuento para dejar de esperarte, para que llegues, para que me sorprendas por fin y aparezcas después de haber contado cientos de miles de veces y haberme cansado y de haber terminado pensando que realmente no estás ni vas a suceder en uno de mis días.

Cuento los días para no dejar de ilusionarme jamás, mientras llegas, por las pequeñas cosas de la vida: Ver llover, disfrutar de la nieve, dormirme profundamente después de una noche divertida, esperar a que llegue la tarde para tomar algo en buena compañía, disfrutar de los momentos de soledad elegida, tumbarme al sol en la playa, sorprenderme por el momento, la sorpresa, el regalo, lo inesperado, por un mensaje, una llamada, una sonrisa.

Cuento los días para que esas pequeñas cosas, de nubes y chicles pisados, sigan inherentes a mí, un día y otro, aunque tú aparezcas hoy o mañana, por ejemplo.

domingo, septiembre 24, 2006

La más triste canción de amor




Empecemos el domingo hablando de amor: El vídeo no es gran cosa, como podéis ver, ni creo que Iván Ferreiro tenga una bola de cristal o eche el tarot en su tiempo libre, ni tampoco espíe cada una de nuestras historias de amor. Simplemente es algo que todos, antes o después, hemos sentido, vivido y sufrido con ese aliciente, que en el dolor, te acelera el corazón.

No conozco una letra más sencilla, aplastante, rotunda, sincera y simple, sentida y cercana para expresar lo qué es el amor. Ni creo que haya llorado tanto con ninguna otra canción que no sea ésta. Una letra que expresa la contradicción del sí y del no, y de algo contra lo que nadie puede luchar, y tampoco vencer: Los sentimientos. O son ellos los que sacan la bandera blanca y se retiran un buen día en silencio y sin darnos cuenta cuando el campo de batalla es un retrato de restos de amor o siguen ahí batallando como decenas de Quijotes contra molinos de viento.

... porque al fin y al cabo los protagonistas somos todos, porque somos caras anónimas, quizás más lejos o más cerca, en distintos escenarios y tiempos,épocas, sexos... pero el sentimiento es algo inherente y común a cada uno, con lo que nos paseamos a diario, que no se ve, pero se siente.

No sé qué más puedo decir de esta letra. Que me encanta que huya de retorcimientos, de palabras vacías, pero adornadas con tópicos, que es una letra que cae por su propio peso. Al fin y al cabo no somos tan complicados ni enrevesados como pensamos de cada uno de nosotros mismos, porque a todos nos asaltan y acorralan en el ring del amor los mismos sentimientos y nos pegan una buena paliza hasta que nos dejan K.O. por más que nos entrenemos y sudemos la gota gorda para acudir preparados al combate, llenos de energía y dispuestos a vencer.

Ains. Quién no ha sentido la necesidad de tener cerca a esa persona que nos hace falta, que nos hace felices por unos segundos, pero que sin saber ni cómo ni por qué envuelve el amor de ese dolorcillo que aporrea nuestro estómago insistente y machaconamente con el puño de la duda.

Así es Turnedo.

viernes, septiembre 22, 2006

El final del verano


Hoy, de madrugada, se termina el verano. Y seguro que son pocos los que no relacionan el final de estos meses locos, extraños, de paréntesis, en los que nuestras vidas se paralizan, cambian o simplemente se toman un respiro, con el final de esta serie, que ha marcado la infancia de muchos de nosotros. Quién no lloró o no se acongojó con este final... y qué momento más propicio que éste para decir adiós con estos cinco minutos míticos.

A mí escuchar esta canción me da una especie extraña de melancolía, de sentimiento de tristeza profunda de la que se te agarra por unos minutos a las paredes del estómago como queriendo desenmascarar los sentimientos.

Supongo que así es el final de esta estación, melancólico, intenso, silencioso, solitario, emocionante... esta madrugada, en plena noche ya estará aquí el otoño.

El planchar se va a acabar


No podía dar crédito cuando veía, escuchaba y memorizaba la noticia en la televisión ayer por la mañana. Para mi es el mejor invento del nuevo siglo, para la que, a partir de ahora, será mi existencia placentera en el SXXI. Pocas cosas podrán hacerme tan feliz y la vida tan fácil como este nuevo electrodoméstico. Y nada me alegrará tantos los días como quitarme ese enorme peso de encima de tejidos indescriptibles. Y tampoco hay precio para un invento tan ingenioso y tan estupendo. Sí, hablo del nuevo electrodoméstico de Fagor, que lo plancha todo.
Cerca de 1 700 euritos habrá que desembolsar en las tiendas para hacerse con esta maravilla, que nos quitará a los jóvenes solteros, emancipadores en ciernes, y a las sufridas madres y futuras esposas resignadas de algo tan engorroso como tener una montaña de ropa, que amenaza con desprenderse antes de caer en tabla de la plancha.
Se acabó aquello de pensar en largas tardes de domingo planchando sin parar, y por supuesto olvidémonos de aquella camiseta o camisa tan chula, tan resultona y elegante que por distracción la maldita plancha nos quemó y nunca más se supo. Adiós a los dolores de espalda y las piruetas, saltos mortales y demás malabares para planchar algunas camisas jeroglíficas o las complicadas ecuaciones para dejar impecable la raya torcida de aquel Levi's extraño que ni la madre más experta tiene por donde cogerlo.
Cuando me emancipe tengo claro que éste será mi regalo, mi primer electrodoméstico, el más útil y el que me hará la vida un poquito más fácil. Y es que de todo consiguieron mis padres conmigo para que me pueda desenvolver como buen solterito en la vida, pero eso sí, lo de planchar lo justo y necesario, amén. A regañadientes y con grandísimos esfuerzos.Y a todo esto ¿en qué consiste tal invento? A simple vista es una nevera y se llama Driron. Funciona al modo de una plancha generando vapor y aire caliente a temperatura no excesivamente alta. Previamente habremos introducido en las tripas de Driron una buena comilona de pantalones, camisas, camisetas en sus respectivas perchas. El resto es cosa de este aparato. Una correcta digestión y la ropa sale impecablemente lisa. Y perfumada!!!! Y por si fuera poco, no tendremos que andar vigilando si se come nuestra ropa o aquello sale ardiendo, porque, como buen electrodoméstico inteligente, este aparato nos avisa cuando esté lista para expulsar sus necesidades.
Lo dicho. Yo quiero uno en cuantito me vaya de casa. Lo que hubiera dado la señora de la Tribu de los Brady por este invento...

Vamos a la cama, ale


Bueno, muchos hemos dormido o mejor dicho nos hemos ido a la cama con esta canción, sintonía de TVE. Ahora ya no están los telerines sino los lunnis, pero yo me quedo con los primeros en blanco y negro. Y lo no demasiado que me gustaba que llegaran, porque eso significaba que me tenía que ir a dormir y a la mañana siguiente madrugar para ir al colegio.

La termino de ver en la televisión y me ha recordado a aquellas noches en las que me tiraba en la alfombra mientras mis padres cenaban y me quedaba sopa hasta que me llevaban a la cama dormitando.

Y aunque ahora estoy de vacaciones, a quienes tengáis que madrugar os podéis ir a la cama ya que se os hace tarde.

Hasta mañana, telerines (que diría Anne Igartiburu)

jueves, septiembre 21, 2006

Dreams

Bueno, en una nueva tarde lluviosa, la penúltima del verano cuelgo una de mis canciones favoritas de uno de los mejores grupos, Cranberries: Dreams. Quién no ha soñado alguna vez, a quién no le gusta soñar, qué soñamos, cuándo, por qué, con quién o con qué. Qué nos gustaría que ahora mismo fuera realidad al soñarlo.
Podemos soñar ignorar lo malo y atraer lo bueno. Es como el efecto Pigmalion. Es el efecto Pigmalion, que deseaba que su escultura de la que profundamente se había enamorado se convirtiera en una mujer de carne y hueso. Tras pasarse las noches suspirando por ella, la Diosa Venus se apiadó de Pigmalión y le concedió su deseo.
Dicen, los entendidos, que hay determinadas cosas que están en nuestras manos, que los sueños muy soñados, deseados, potenciados y reforzados, trabajados por nuestro interés y nuestro ímpetu, llegan a realizarse, al igual que nuestros miedos más profundos se cumplen cuando nos obsesionamos con ellos. Por eso muchas veces fracasamos al querer alcanzar nuestras metas o si nos revestimos de un halo de confianza y postividad logramos coronarnos. Pues así es y los sueños, al contrario de lo que poetizaba en un soneto Calderón de la Barca, no siempre sueños son.Hay sueños que se hacen realidad, simplemente tenemos que creer en nosotros mismos. Os podéis reir, pero os hablo desde el punto de vista científicamente comprobado.

Hablemos del tiempo



Bueno, hoy, como todos sabéis ha llegado Gordon, que no es un huracán. Es verdad que los medios, sobre todo o casi siempre la televisión, exageran y hablan de huracán, pero no es así. Gordón ha tocado tierra en España, en las costas gallegas, como tormenta tropical. Se le llama así cuando ya no conserva la fuerza de huracán, es decir, cuando los vientos sostenidos no superan los 120-130 km/h y las lluvias no son tan intensas como para provocar graves inundaciones. Además la tormenta extratropical ya no tiene "ojo", porque el huracán pierde su eje de rotación, se deshace. Y se llama "extratropical", porque en ocasiones se forma fuera de los trópicos, que es lo anecdótico, pero en este caso es una tormenta tropical, porque procede de esa latitud. Todo esto no significa que no conlleve un peligro, que sí, pero no es lo mismo que un huracán.Gordón, como muchos huracanes, se ha formado cerca del Caribe. Otros se forman frente a las costas guineanas y ascienden por el Atlántico hasta que se encuentran con las costas caribeñas o las estadounidenses, llegando casi, ya como tormenta, hasta las costas neoyorquinas o del estado de Massachussets.

El huracán Gordón fue detectado por el CNH, que es el organismo con sede en Miami que advierte a todos los países de peligro de huracán. El pasado fin de semana ya se sabía que tocaría tierra española. De hecho, llegó como huracán con fuerza uno, sobre cinco, a las Islas Azores, donde ya perdió mucha virulencia. Y desde allí se ha desplazado hasta el Norte encontrándose a su paso con las costas gallegas y, casualmente, con una borrasca, que ha reforzado sus efectos.

¿Es raro o extraordinario que esto suceda? No. Galicia vivió su última experiencia con un huracán, el Charlie, en la década de los 90. Los huracanes tienen un desplazamiento imprevisible. Es verdad que siempre siguen unas pautas, pero ocasionalmente, como ha sucedido ahora, se desvían, por muchos factores. Pero esto tampoco significa ni se puede achacar, porque sería falso, al cambio climático. De hecho en el SXX, nueve han sido los huracanes que se han acercado a España vía Galicia. Aún así, y como os habréis dado cuenta, Gordón ha llegado como una borrasca normal y corriente, no soplan vientos muy fuertes ni ha llovido mucho (aunque todavía no ha tocado el centro del país). Lo que pasa es que se crea una alarma innecesaria.Muy distinto es lo que sucedió el año pasado con el huracán Vince. Coincidiendo con la Fiesta Nacional, el 12 de octubre, Vince tocó tierra, por el extremo contrario que Gordon, es decir, por las costas onubenses y gaditanas. En aquel caso no era una tormenta tropical, sino extratropical, porque Vince se formó muy cerca de las Canarias, en una zona hasta entonces desconocido y en unas condiciones de temperaturas atlánticas nada propicias para que se originase. Aquello sí pudo ser un efecto del cambio climático. Los efectos de Vince fueron más intensos que los de, hasta ahora, Gordon. Y junto a Vince, en noviembre, ya cerrando la temporada de huracanes, que se extiende de mayo a noviembre aproximadamente, Stance (creo que se llamaba así) se formó muy cerca de Canarias y azotó a todo el archipiélago con muchísima fuerza, porque sólo hasta tocar sus costas no dejó de ser un huracán. En las zonas más altas del Teide se llegaron a rozar los 200 km/h, que es una barbaridad, y las lluvias arrasaron muchos municipios canarios y acabaron con el famoso Dedo de Dios, que este año, cuando fui a Gran Canaria, ya no pude ver :-( Los intensos vientos arrancaron de cuajo palmeras centenarias y arrasaron con lo que encontraban a su paso. Estos dos fenómenos sí fueron excepcionales, pero no Gordon.

Sólo me queda por decir que la semana que viene es posible que otros restos de huracán, en este caso Helene, lleguen hasta España. Pero igual que Gordon formará parte de un fenómeno meteorológico normal. Lo único inusual es el hecho de que dos "huracanes" visiten nuestras costas en una misma temporada y en menos de quince días. Y un último apunte, para los que no lo sepáis o no estéis aburridos de escuchar estos tostones que os suelto, los nombres de los huracanes siguen un orden alfabético en el que se alternan los nombres de hombre y de mujer. Cada año uno u otro, según los lugares donde se originen. Y no cambian anualmente, sino cada tres años, porque primero reciben el nombre en inglés, al segundo año en francés y al tercero en español. Los más mortales como el Katrina, Hugo o Mitch y otros tantos son descartados de la lista y nunca vuelven a formar parte de ella. El año pasado fue la temporada más prolífica de la historia, tanto que al acabarse el abecedario se recurrió al griego para volver a empezar la lista.

La canción de mis cien


Qué mejor canción que ésta, para celebrar estos días, las cien ocasiones de encuentro mi blog. Ich bin ich. Pues eso, que yo soy lo que veis en cada uno de los post, en mi blog. Y después de varios días intentando colgar este vídeo, por fin lo he conseguido.
Me encanta esta canción. Además hoy celebramos el día internacional de la Paz... y ya no voy a referirme a todas esas situaciones que ya son un tópico en días en los que conmemoramos valores como éste, por ejemplo los enfrentamientos y las guerras varias y la muerte constante de personas, inocentes, en decenas de conflictos, que a nosotros, por suerte, nos suenan a historias lejanas. Vamos a preocuparnos por lo que nos pilla a mano, que las grandes cosas empiezan por construir pequeños logros.
Me refiero a que en un día así, nos pensemos un par de veces las cosas antes de saltar con un ataque de ira, de airearnos con una mala respuesta, porque así podemos evitar crear un conflicto muchas veces innecesario. Haced la paz, y otras cositas, con la gente que queréis hoy. Y con la que no, y os resulta indiferente, sencillamente aparcadla en el rincón de los olvidos de la mente, castigada y destinada al exilio. Probablemente os evite quebraderos de cabeza. Pero sobre todo disfrutad del día internacional de la Paz. Y ponedlo en la práctica con quienes queréis.

martes, septiembre 19, 2006

Y ya son cien

... pues ya son nada más y nada menos que cien post, cien ocasiones en las que me he asomado a esta ventana para compartir con vosotros momentos buenos, malos, días mejores y peores. Fue un día del mes de marzo y por culpa de unos cuadrúpedos turcos que me desbordaron e inauguraron con todos los honores este pequeño rincón.
Espero que, de momento, hayáis disfrutado tanto como yo de estos ratos de blog en los que he ido colgando historias propias y ajenas, sensaciones, vivencias, noticias, fotografías, música. Todos estos retazos son un poco parte de mi, de lo que he venido siendo desde aquellos días del mes de marzo hasta ahora, unos días antes de que se termine el verano...
... de momento van cien post, que irán creciendo. Espero que, aunque no todos os manifestéis, quienes me leéis y os distraéis, disfrutáis y os sentís reflejados o simplemente os gusta lo que encontráis, sigáis aquí, dándole también sentido a éstas...
... mis primeras y últimas palabras.

viernes, septiembre 15, 2006

El mundo al revés


Llega el viernes y hay varios frentes abiertos y yo no me decanto por ninguno. Como diría una de nuestras folklóricas más cañí, solamente puedo decir: ¡Pero qué invento es éste! O como mucho mi boca acierta a silabear: Qué-es-tá-pa-san-do. ¿Por qué digo todo esto? Bueno, pues por la cantidad de pequeñas cosas de este mundo que me dejan un tanto anonadado y que aquí, en mi sitio, día a día, van atrapando mi cerebro hasta que llega el viernes y lo descargo a eso de las tres.

Hasta que eso ocurre voy almacenando todo lo que pasa a lo largo de la semana. Y ésta ha sido atípica de principio a fin. ¿Alguien sabe quién es Mariela Castro? Bueno, por el apellido podría deducirse que es la sobrina de Fidel Castro. Sí, y de Mirta también, jeje... y, por tanto la hija del ahora líder provisional de la revolución cubana, Raúl Castro. Mariela tiene un aire similar al de la Trini, un corte de chaqueta de cuero y de mujer perfumada, que ventila las alcantarillas cubanas en menos que un huracán atraviesa la isla. No sería conocida sino fuera por su peculiar cargo en nuestra última colonia. No es la "hijísima" del "hermanísimo", porque Mariela Castro es la sexóloga del pueblo cubano. Sí. Esta mujer, que ya tontea con sus cuarenta, se ha convertido en la abanderada de la revolución sexual de Cuba y en un auténtico filón político. Su porte comedido, su aspecto capitalista y su voz cubana arrastrada y sensual camela a miles de pamperos día a día. Como coordinadora del sexo en Cuba se encarga de aleccionar sexualmente a todos los personajes de las telenovelas cubanas, en especial a los homosexuales y a los enfermos de sida. Pero ella, cual Juana de Arco cubana, se ha convertido en la abanderada del cambio de sexo gratuito, algo que parece le puede estar costando más de un disgusto, pues cuenta ella que no recibe ayudas ni apoyos del aparato revolucionario. Y es que ya se sabe: En casa de herrero, cuchillo de palo.


Ésta era sólo la primera voltereta del mundo. La segunda la tenemos en España. Esta semana se nos ha hecho una gotera en el tejadillo y no hay forma de que el agua deje de caer. Tanto ha llovido que en algunos puntos de Cataluña, esa nación, estatutaria, se han recogido más de 200l/m2, lo cual es una barbaridad, prácticamente lo que suele caer en un tercio del año. Y parece que al margen de tornados, granizadas, tormentas, lluvias intensas etc este otoño, por fin, va a llover, lo va a hacer con normalidad, justo cuando hemos rozado el límite de las reservas, por debajo del 40%, el punto rojo de emergencia, por debajo del que el consumo humano corre serio peligro.


La tercera y más votada de la semana. La que se lleva la palma, la que saca los ojos de mis órbitas, la que hace que se caigan los palos del sombrajo y es la de nuestras amigas, las malayas, en especial la pizpireta y no menos cómica: Isabel García Marcos. Ayer tuve el inmenso honor de escuchar durante 20 minutos a esta mujer, que en sí misma es la tomadura del pelo en persona. Decía frases celébres del tipo "parece que las flores más bellas nacen en los barrancos" refiriéndose a ese hermoso paraje, destino vacacional del famoseo este verano, que se llama Alhaurín de la Torre. La malaya asegura que en prisión ha conocido a la gente más maravillosa que ha iluminado sus días más chorizos. Y pienso yo que entonces lo mejor que podía haber hecho es quedarse allí. Pero a eso añadía la "presa política" que ella es universitaria y tiene dos masters. Y yo, claro, me eché a temblar, no vaya a ser que uno pueda ir a prisión por no contar con esos requisitos. Y decía eso porque con ello se avala la Marcos para defender su inocencia y su fama de mujer entregada a sus labores y al bien del pueblo. Es obvio, pensé yo, porque a ver quién no tiene en su casa miles de billetes de quinientos euros, que va acumulando en las siempre decorativas bolsas de basura. A la mierda los bancos. O eso o bien la malaya esconde la planta del dinero. Pero ella insistía en que su detención ha sido una tapadera y que nadie va a callarla, algo que desde luego ha quedado demostrado, porque una mordaza, como mínimo, ha tenido este verano.Defendía con ahínco y desvergüenza su inocencia, como todos los culpables, como si nada fuera con ella o como quien pasa por Alhaurín y se toma un par de cañas. En fin, la Marcos zanjó su verborrea asegurando que es la Evita marbellí, la defensora del pueblo, y que ahora se dedicará a su carrera profesional, que si no me equivoco es la médica. Espero no tener que pasar por su consulta a no ser que me opere y me cosa con billetes de mil euros. Entonces me dejo rajar enterito (¿Tardará mucho Ana Rosa en hacerla colaboradora de su "humilde" programa?) .


De verdad que cuando este mundo se pone patas arriba yo no lo entiendo. Luego llega el fin de semana y me paso las horas poniendo todo en su sitio.O eso o se lo encargo a los No Alineados que andan conjurando en La Habana.

Sobran las palabras


Sobran las palabras. Ojos de cielo.

jueves, septiembre 14, 2006

Willkommen!


Cada vez que escucho este vídeo sólo tengo buenos recuerdos. Me gusta oir esta canción, recordar, rescatar y traer todo aquello a este momento. De aquel punto de inflexión que para mi marcó Willkommen no podía dejar el recuerdo aparcado. Había que colgarlo del blog para que lo disfrutéis. Una canción que transmite buen rollo y alegría y que yo conocí unos días antes de empezar a estudiar alemán, hace ahora casi dos años. Y la verdad que tengo que decir que no tenía ni idea de que una banda alemana, Rosenstolz, pudiera sonar tan bien. Gracias por descubrírmela.

Quizás cuando "alguien" esté triste o abajonado y escuche esta canción sepa que siempre hay "alguien" cerca. Aunque sobran las palabras.

Hay cosas que nunca pasan. Todos los días siguen igual. Buenos.

miércoles, septiembre 13, 2006

Puede ser


¿Alguna vez te has planteado si realmente tus amigos son tales? ¿Alguna vez has creído sentir soledad? ¿Alguna vez has luchado con tu sonrisa contra un día de lluvia incensante dentro de ti? ¿Alguna vez has caído en la cuenta que tú y sólo tú puedes sacar cada día adelante?

Entonces puede ser. Puede ser que seas capaz de dar cada día un paso adelante, que te saques de la manga el sol y lo cuelgues del cielo, que ocupes con toda tu ilusión tus momentos de desgana y desidia. Y puede ser que así seas capaz de ser feliz.

La mala educación


Que los japoneses y los turcos tenían peor educación que nosotros era algo que no sabía. De los primeros me sorprende, pero de los segundos podía imaginarlo. Y ahí estamos, en el tercer lugar de la OCDE. Hoy publica un informe en El País en el que nos dedican unos cuantos tirones de orejas y unos reglazos en las palmas de las manos, de rodilla y de cara a la pared, porque los españoles somos "mal educados".

Y lo venimos siendo casi desde que tengo uso de razón. Dicen en este estudio que actualmente estamos veinte puntos porcentuales por debajo del total de alumnos que consiguen terminar sus estudios medios. En Europa supera ligeramente el 81%. El fracaso a estas edades, que corresponden a la ESO, o lo que era los dos últimos cursos de la EGB y el BUP, ronda el 30%. Y eso es una barbaridad.

Y yo no sé quién tiene la culpa, pero sí sé que es un desastre, que ahora veo a los niños y no son lo que yo era de pequeño, porque además de no estar educados, tampoco tienen educación. Supongo que será responsabilidad de los centros escolares y de los padres, pero cada vez veo que los que ahora tienen quince años no muestran ningún interés por los estudios, no les preocupa el futuro y se toman el colegio como una obligación eludible sin pensar en el mañana. No tienen motivaciones. No tienen aspiraciones ni metas en la vida.

Ni siquiera, con quince años, tienen ilusiones para hacer algo con su vida. Se preocupan, creo, en crecer rápidamente, en madurar antes de tiempo, y por tanto, en echarse a perder por caerse antes del árbol. Yo recuerdo que cuando tenía las edades de las que habla el estudio de la OCDE no era ni más ni menos maduro, bueno, quizás incluso supiera de la vida bastante menos de lo que ahora saben. Era un chaval poco avispado, demasiado ingenuo y con bastante inocencia para esos quince torpes años. Pero era consciente de que ir al colegio y estudiar era mi "única" obligación. Lo "único" que mis padres me dejaban claro siempre era que durante esas largas tardes de estudio yo estaba sembrando mi futuro. Y que de esas aparentes tontas horas sentado en mi escritorio con apuntes de miles de asignaturas fui sumando posibilidades para llegar donde, de momento, he llegado. Y sinceramente digo que me da pena ver como chavales de mi edad ahora mismo no son conscientes de la cantidad de posibilidades que se pierden.

Y entiendo también que los profesores se desesperen y abandonen. A mí jamás se me ocurría levantar la voz ni amenazar a uno de ellos. Podía tener mis días rebeldes, mis años del "pavo", pero nunca excedía esos límites, que ahora los de esa edad, y más pequeños, sobrepasan. Por experiencia propia creo que la disciplina que yo tuve en el colegio, el saber mantener las formas en todo momento, la rutina, y una serie de valores que no he visto ni durante la carrera es un tesoro que muchos de los chavales a los que saco ahora una década no valoran. Lo veo en ellos y en mis primos pequeños, el ejemplo más cercano, incluso estudiando en las mismas aulas donde yo crecí.

Y aún así, mis padres jamás tuvieron que revisarme mis rutinas, ni preguntarme cuándo tenía exámenes. Depositaron en mi toda su confianza tanto si aprobaba como si suspendía. El sentido de la responsabilidad de antes ya no existe. Pero tampoco tienen la culpa los estudiantes, porque los actuales planes de estudio son nefastos con asignaturas sesgadas, temarios cada vez más incompletos y con miles de opciones donde un chico sin madurez suficiente tiene que elegir para acabar equivocándose y desmotivándose.

Desde aquí no digo que estudiar una carrera universitaria sea la meta ideal. De hecho creo que yo hoy no la haría de nuevo, pero saber todas las opciones, salidas, caminos que uno tiene si se lo plantea bien es ese tesoro del que hablaba, y que a mi edad empiezas a abrir y ves cómo reluce. Se llama cultura, y no sirve para ser un resabido sino para tener perspectivas de las cosas, defenderte en la vida y disfrutar todo lo que vas descubriendo. Sin cultura caminas en silla de ruedas o miras con ojos de ciego. No percibes la verdad de las cosas.

Tenemos un largo camino que recorrer y una asignatura pendiente un año más para aprobar este próximo curso: La educación.

martes, septiembre 12, 2006

Pleasantville

... porque la vida no se puede vivir en blanco y negro. Esta película, Pleasantville, podría ser el cuento de ser cómo uno quiere y no como los demás y las circunstancias quieren que tú seas. Contar lo que uno descubre cuando se propone ver la película es quitar la satisfacción que sientes cuando terminas de verla.

... porque a veces vivimos sin realizarnos y no somos felices, porque casi siempre tenemos latente lo que realmente queremos, pero nunca nos atrevemos a hacerlo y entonces nos disfrazamos y jugamos a actuar y a no ser lo que de verdad somos cada uno nosotros. Nos acostumbramos a fingir y a hacer de cada día un capítulo de una serie en la que interpretamos ese papel gris que no nos hace felices... nos maquillamos de apariencias y nos vestimos el traje de la indiferencia y la falsa sonrisa sin darnos cuenta de que detrás de toda la representación está el mundo de verdad...

... hasta que un buen día te levantas y te sales del guión y entonces cambian las escenas y descubres que siempre al terminar un capítulo hay decenas de finales y que sólo tú eres quien puede optar por uno u otro. Probablemente cada final te sorprenda e incluso algunos no serán tan buenos o como tú deseaste, pero será como tú lo has querido sin nada impuesto, sin una losa encima ni un peso que cargar. Se trata de ser uno mismo, que nada pueda cambiar tu mundo ni como realmente eres tú...

... y porque la perfección no existe, ni es lo que te venden. La perfección es más sencillo de lo que a veces piensas. Es ser como uno es viviendo las experiencias como uno desea y con la intensidad que tienen las cosas, así de simple. Perfecta es la vida que uno vive con sus baches, sus resaltos, sus atajos, sus paradas...

Pleasantville puede ser el principio de esa vida que uno quiere llevar.

lunes, septiembre 11, 2006

Quién dice

Bueno, pues vamos a abrir este lunes de aniversario y "no alineados" con un poco de música. Aniversario del 11-S y un poco más abajo de Nueva York, se concentran los que podrían abrir un nuevo capítulo de los "malos de la historia". Hoy Cuba es como un aquelarre con el presidente iraní, el de Venezuela o el mismísimo Castro resucitado. Y como en la política, no todos los amores están alineados, pero se disfrutan. Exactamente igual que este vídeo. Yo os coloco una letra de amor no alineado, una historia de estos dos que podéis ver aquí arriba, porque a veces el cariño no es amor, y otras veces sí lo es. Pero siempre es seducción.

Un juego de seducción, de atracción, de tira y afloja, de ir y venir, de jugar al escondite, a encontrarse por los rincones, a buscar por cada uno de esos rincones restos de suspiros, de encuentros y desencuentros teñidos de momentos de pasión.

Una jaula que se abre y se cierra al antojo del amor, que un día tira los dados y dice que sí y al otro que no, pero al fin y al cabo quién dice que eso es amor. Que dónde está lo atractivo es precisamente en ese juego de la impaciencia, de la falsa desaparición, de escurrirse como el agua por entre las manos y de volver a atraparla.

El juego de la seducción, del sí y del no. Quién dice que dice que no.

Tu peor error: Repetición



Bueno, pues repito este post, porque han borrado en youtube el video que tenía colgado. y quería que lo siguiérais disfrutando. Aquí tenéis, de nuevo, mi primera aportación musical al blog. Me encanta la letra. Seguro que a todos en algún momento nos ha resultado familiar y cercana. Tiene algo de distinto a otras canciones de este grupo como "Algo más", "El sol no regresa", pero es igualmente buena. Pues nada, disfrutadla.

viernes, septiembre 08, 2006

Dragones y mazmorras


Bueno, bueno, este es el momento friki de la semana. Quién no recuerda todas esas canciones infantiles de cuando éramos unos niños, cuando los dibujos animados eran eso, dibujos animados y nosotros nos perdíamos en fantasías y jugábamos con la imaginación. También jugábamos con las réplicas de plástico de nuestros personajes favoritos. A veces eran los de Dragones y Mazmorras y otras los Snorkles, por ejemplo. Me acuerdo que mi hermana quería ser la chica negra que saltaba con la pértiga y yo quería ser, claro está, el caballero.

Hay tantas y tantas series. Quién no sufrió por el pobre Mofli, el último koala australiano que estaba escondido en una cueva y que un italiano, llamado Paolo (y no Vasile, aunque éste también es de circo) quería llevárselo a su carpa. Pero hubo muchas series de nuestra infancia, por ejemplo recuerdo a mi hermana todas las tardes de domingo viendo Candy Candy. Luego se compraba los libros para colorear y yo como buen hermano pequeño me encargaba de destrozárselo, jejeje. Esos mismos domingos por la tarde, a última hora salían de los rincones de nuestras casas Tito y Luci con el resto de Los diminutos. Y yo me pasaba los días buscando por cada rendija para ver si salían, pero nunca los encontré. Claro que ya decía la canción aquello de "los diminutos nadie sabe dónde están, pequeños seres bondadosos, están viviendo con nosotros, pero seguro que nos lo verás...". Qué puñeteros.

Aunque mi gran serie la emitían los viernes cuando llegaba del cole. Era Sherlock Holmes "... como él no hay otro igual, con su lupa, con su pipa, con su gabán es el terror de los cacos..." Yo creo que a mí me gustaba por ese aire bohemio y desaliñado, como despreocupado del mundo, pero al que todo le cuadraba. Aunque había, hay más series, como los Snorkles, que vivían, obviamente, bajo el mar y tenían sus ciudades submarinas. Mi hermana y yo teníamos sus muñecos de plástico. Bueno, yo me dedicaba a comérmelos, así que ahora sólo quedan trozos de cuerpo y extremidades.

También los domingos emitían los ewoks y los droids, pero los alternaban. Los primeros me gustaban más que los segundos. Y quién no recuerda Érase una vez la vida con esos poli-glóbulos blancos "apatrullando" las venitas y limpiando el cuerpo de impureza con los leucocitos volando en sus naves espaciales. O los pobres glóbulos rojos que se pasaban el día transportando burbujas de un lado para otro mientras las plaquetas taponaban las heridillas del cuerpo entre grasas e hidratos y alguna proteína despistada. Luego quedan los clásicos como el juez Klaus (ahora dedicado en cuerpo y alma a la Operación Malaya) en la llamada de los gnomos o David el gnomo, del que os rendí cuentas en exclusiva hace semanas.

... las series japonesas, donde todos se travestían o tenían doble personalidad o jugaban al transformismo. Nunca lo entendí. Prefería las normales como Heidi o Marco, aunque en éste último caso me amargasen con la puñetera canción. Nunca supe cómo encontró a la madre. Qué fuga la de esa madre. Ni Bin Laden... Luego llegaron ya las modernas como Campeones, Dos fuera de serie etc... ¿Vosotros cuáles recordáis?

Por cierto, no me olvido de algún que otro fan de aquella serie que se llamaba La aldea del arce... prometo colgar alguna referencia, para esos nostágicos de esa cabecera tan ñoña, jejeje

jueves, septiembre 07, 2006

Close to your head: La canción


Bueno, hubo un día, creo que fue el lunes 7 de agosto en que colgué de mi blog un post con el título "Close to your head". Aquel día coloqué un link para compartir con todos vosotros esta canción, pero ahora que he aprendido a colgar las canciones os la pongo aquí para que la disfrutéis. Sé que a algunos de vosotros os gusta. No sé que os inspirará, pero yo os la dedico para esta mañana. A mí me transmite tranquilidad y muy muy buen rollo. Para vosotros. Está guay para un jueves lluvioso.

Tormenta en Madrid

Por fin esta tarde llovía en Madrid. La gente disfrutaba así de contenta, sin calor y sin paraguas después de semanas sin una gota de agua. A media tarde empezó a caer una tormenta, que dejaba esta imagen en la Gran Vía a eso de las 20:00. Mucho relámpago y muchísima agua.

miércoles, septiembre 06, 2006

Cosas que no puedo soportar

Cuántas cosas hay que nos ponen nerviosos, nos sacan de quicio, nos chirrian, nos espantan, nos hacen retorcernos y a veces hasta gritar. A mí me pasa con cierta frecuencia, cuando además mi cara es el espejo del alma y no puedo negar lo que mi navegador facial comunica con las cosas que veo, escucho y siento. Y hoy le toca el turno a esas pequeñeces que me espantan, me horrorizan y me desfiguran el rostro.
Por ejemplo, esta mañana cuando llego al trabajo me encuentro que, ésta, por suerte o por desgracia mi segunda casa muchas veces, se ha convertido en un circo con decenas de focos apuntándome desafiantes, vallas metálicas riéndose de mi coche, precintos en el parking, alfombras rojas, enormes altavoces y miles de laberínticos cables. Y todo para la inauguración de la octava temporada de GH. Entonces el espíritu de Munch se apodera de mi ser y mi mañana se diluye en ese rostro de: ¡Pero qué me estas contando! Y sí. No he podido aparcar. Me ha tocado dar la vuelta al ruedo, sortear los embites de este toro televisivo para acabar aparcando fuera de este coso taurino que es mi curro.
Después de esta primera cornada en el primero de la mañana, hago una verónica y por ejemplo me pongo en situación de decir que no soporto a quienes van por la calle sacándose los mocos y modelando réplicas diminutas de Botero. De nuevo, Munch invade todo mi ser. Puede con mi alma ese momento artistíco. Y también lo hace cuando algunos confunden la M-40 con el circuito de Mónaco, y a mí y a "cupido" con Alonso y su coche de carreras. No, señores. No somos ellos. O mejor dicho. Ellos no son nosotros. No vayan jugando al tres en raya por los tres carriles, porque acaba saliéndome por las orejas el humo del tubo de escape.
Aunque ya hice referencia en un post atípico en este blog repito que no puedo con la gente que me enerva o me hace enfadar por el simple gusto de sentirse realizado. Pufff. Crearía un Guántanamo para este tipo de especie humana sin estudiar. Tampoco soporto que la gente huela siempre la comida antes de probarla. Lo haga por norma y sin complejos y meta las narices en harina constantemente. No me gusta el humo en mi boca. Ni podría dar un beso a alguien que fume compulsivamente. Sí. Munch me invade también en esos momentos...
No soporto no saber a estas alturas colgar música en este rincón. Por más que lo intento cuanto más lo hago más rehuye el éxito de mi y acabo quedándome colgado de este blog. No puedo con el desorden, pero tampoco con el orden. Me gusta el desorden ordenado. Tampoco, con las contradicciones. Las primeras las mías. Ni me gustan que me corten alas cuando me apetece volar o que me despierten cuando me apetezca soñar o me rompan un hechizo cuando quiero ilusionar(me). Ni las mosquitas muertas, o vivas, porque siempre acaban chupándote la sangre. La impuntualidad me convierte en un monstruo fuera de mi mismo, en un reloj desatado que pierde las manillas. Esperar. Esperar. Esperar. Soy un impaciente. No me gusta no saber ni puedo con la incógnita, la duda o el desafío.
Y me gustaría que todo el mundo soportara los momentos en que mi volumen se sube unos decibelios de más y mi tono se satura. En esos casos que a mí y al otro Munch nos invade.

martes, septiembre 05, 2006

Un poquito de "talante", por favor


No es el primo de zumo(ga)sol ni el nene del colacao ni tampoco el chavalín de la Nocilla. Es ZP. Y así de sonriente posaba esta mañana con nuestros CHICOS DE ORO, que no han descansado aún desde que han llegado de Japón.
Esta mañana Zapatero los recibía en Moncloa. Ni un comentario de la gran recepción que les dimos los madrileños anoche, con la antorcha de más de doscientos metros de altura que les colocamos en Plaza Castilla. Obvio es, digo yo. "A la altura de las circunstancias". Tanto bombero y tanto problema para que el agua de las mangueras sofocara el fuego de la planta cuarenta y tantas... y con un soplo de Gasol se hubiera quedado en cenizas o con un "zapatazo" de cualquiera de los campeones.
Así de bien se lo han pasado esta mañana en la recepción del presidente del Gobierno, Zapatero (no zapatazo) que, no sabía yo, es un gran aficionado a esto de meter el balón en la canasta. Y, como estaba de buen humor y va creando escuela, se ha marcado esta frasecita: "Habéis demostrado talento, sacrificio y deportividad, en este gran éxito que nos enorgullece. En definitiva, talante".
... Incluso les ha retado a echar un partidillo. ¿Será ministros contra selección, española por supuesto? ¿Os imagináis a la vice, tan cañera ella marcándose un triple, de esos que suele sacarse ella de la manga? En fin...qué cosas.

Caminante

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar. ..
Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón
....
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten
de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso... .
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país
vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
....

P.D: Os puedo asegurar que se me cala mi cochecito en esta cuesta, subiendo hacia arriba y no os quiero contar las huellas que iban a dejar mis ruedas, bueno las de mi coche, para volve a iniciar el camino. Caminante. Cuesta abajo es una gozada, en coche, en patines, en bici, con nieve y esquiando, con un trineo... en fin...

sábado, septiembre 02, 2006

Os presento a Furia, mi mascota


adopt your own virtual pet!




Bueno, os presento a mi cibermascota, Furia, todavía no sé por qué le he dado ese nombre, supongo que es lo primero que se me ha pasado por la cabeza como parte, en ocasiones, de este carácter mío tan particular que la "vía" me ha dado.

viernes, septiembre 01, 2006

Ojos de cielo



Cuando salía del metro las luces de la fiesta no me cegaron y olía a calimocho. Gente joven. De nuestra edad, dispuesta a quemar hasta el último cartucho de ésta, la primera noche de fiesta y la primera de septiembre. Había comenzado una semana de baile, conciertos, fuegos y de calle. Y yo salía acelerado del metro, porque se me caían solas las palabras por su propio peso. Pasé corriendo. Te vi. No me paré y me aceleré para poder dejar aquí un pensamiento en blanco y negro. El de esta noche de viernes.

Por qué hoy. Me preguntaba de repente si te lo debo. No. Ni presión. Ni recompensa. Nada. Es o no es. Y esta noches es. En el metro miré el móvil y me acordé y entonces como cuando se forma una tormenta, la nube empezó a tomar formas onduladas y espesores de letras y aquello no hacía más que engordar hasta que ya muy redonda por las puntas empezaron a llover las palabras, que yo iba recogiendo por los vagones para traerlas hasta este rincón. Y aquí estoy destilándome.

Me preguntaba qué fue. Sé que esto no fue una isla, tampoco es una playa ni siquiera es un libro. Pero qué más da lo que las cosas sean cuando son bonitas. Da lo mismo ser el sol o ser la luna si cuando te paras a contemplar a cualquiera de los dos sientes que te gusta. Lo sientes. Entonces ante la duda de saber qué fue supe que esto fue el guión de algo llamado Pleasentville, adaptado a nuestro lugar con gente como tú y yo.

Y así fue, un maravilloso guión, que no hemos llevado al cine. No hemos conseguido vender ésta, nuestra bonita y repentina, sorprendente e intensa historia, a un buen director. No hemos interpretado el papel ni la película de nuestros sueños, porque tú y yo exigimos un amplio cartel con letras bellas, pero desapercibidas, que luzcan por sí solas y sean dignas de contemplar. Aún así empezamos a ensayar como dos actores novatos día a día con ese miedo, esa ilusión y el gusanillo de cualquier actor que quiere comerse el mundo. Y creo que lo hemos hecho.

Que nuestros escenarios no han sido millonarios, pero han tenido vida y se han vivido. Y lo hemos sentido en cada uno de los rincones y de las experiencias poniendo nuestro empeño, que al final es lo que cuenta, porque son las ganas de los dos las que nos llevaron a descubrir y redecorar lugares, bares, locales, playas, montañas, salas de cine, el sofá, el metro y hasta a nosotros mismos. Quizás de nuevo esos decorados no fueran los mejores por el bajo presupuesto, pero ahí estábamos nosotros para darle ese toque de ilusión impuesta en el guión. Un guión cargado de amagos, de ensayos de bellas palabras, de miradas cómplices y de abrazos para todos los públicos y reservados para otras edades.

Qué grandes han sido los diálogos de nuestro guión. Esas largas conversaciones de la vida en general, del sufrimiento, del amor, del sentido de la vida, de qué será de nosotros y de qué fue hasta ayer, hasta hoy. Esos diálogos que consiguieron acercar a los secundarios que al principio se cruzaron algunas palabras y terminaron por desayunarse mutuamente las vidas una mañana de sábado u otra de domingo. Qué bello es descubrirse con la palabra y esperar a que la palabra conquiste al espectador con la simple química de los actores.

Por eso aunque no hayamos estrenado película y tengamos nuestro guión guardado en una caja, éste se mantiene vivo. No tiene punto final. Hemos escrito solamente unas secuencias, unos diálogos y hemos probado nuestros papeles de secundarios, pero sé que ese guión, como el café que nos presentó, tiene mucha vida por delante. Este guión de nuestro Pleasantville que tuvo momentos de color y otros de blanco y negro pide más, pero más color.

De momento hoy, esta noche, calla en silencio, duerme, ajeno a la fiesta, al bullicio de la gente. Y es que hoy de madrugada, a medianoche, los fuegos no tendrán color, ni música, ni luz. Porque todo eso te lo has llevado tú en nuestro guión, ojos de cielo.

El síndrome del español

Sí, el síndrome del español. Cuando era pequeño tuve una profesora de Historia que nos decía siempre que los españoles hemos arrastrado a lo largo de nuestro "valle de lágrimas" un enorme complejo de inferioridad y de pesimismo. Por culpa de este sentimiento tan arraigado en nuestras vidas así nos ha ido que nos ha vapuleado medio mundo en las circunstancias más absurdas y avergonzantes y si no que se lo digan a nuestro no menos orgullosos y engreídos vecinos italianos y franceses. Ambos se regocijan en éste, nuestro síndrome español.
El español tiende a pensar que si algo va mal siempre podrá ir peor, porque pensar que las cosas van a mejorar no es una idea que quepa en nuestra sesuda mente ibérica. Y por supuesto cualquier tiempo pasado por turbulento y tormentoso que haya sido también será mejor que lo que esté por venir. Si no simplemente hay que preguntar a un español cómo se encuentra o qué tal está. Parece que su mecanismo a manivela fuerza medio desengrasado y chirriantes un pírrico "... bah.. pufff... eehhh... bueno... bien" ó "si, tirandillo".
Cómo nos afecta esto. Pues eso lo acabo de descubrir con mi compi Rocio mientras vemos la semifinal del Mundial de Baloncesto de Japón , que nos enfrenta a Argentina. De entrada pensamos que nuestro contricante es mejor, que quien se enfrenta a nosotros nos va a humillar. Y luego siempre nos imaginamos que las fuerzas superiores se aliarán para que el estrépito caiga sobre nosotros. Hace un rato Argentina nos sacaba tres puntos y nosotros hemos coincidido en hacer catástrofe de tres míseros puntos y ahora, sin terminar el partido, vamos con un par de puntos por delante y ni ganando pensamos positivamente. Nos lamentamos por dos puntejos de nada.
Y, claro, el acicate de nuestro síndrome es depositar esperanzas en las cosas, esperanzas sobrevaloradas. Cuantas más depositemos peor irán las cosas. Y es que los ejpañoles tenemos añadido el don de gafar lo que pensamos que de por sí irá mal. Si no, como hablábamos nosotros, por qué triunfamos en los deportes o las categorías en las que nadie se fija. O por qué nos bañamos continuamente en el lago de las penas del valle de lágrimas y hacemos bandera de lo dura qué es la vida.